La primera plantilla del Real Sporting (Sociedad Anónima Deportiva para desgracia de todos los sportinguistas) afronta la recta final de su preparación en vista al trascendental partido que el domingo, en horario litúrgico, le enfrentará a uno de los gallitos de la competición: el Sevilla. Tan trascendental e importante como han de entenderse todos los encuentros de aquí a final de temporada, más allá de que pueda ser considerado o no por algunos, como de esa erróneamente llamada ‘nuestra liga’. Porque mientras no cambie el modelo de competición, la supuesta mejor liga del mundo, está formada por veinte equipos. Ni uno más ni uno menos, damas y caballeros, niñas y niños. Por tanto, no cabe otra que admitir al Sevilla como un equipo más de nuestra liga. Así que mal, muy mal, harían aquellos que tuvieran ya su cabeza puesta en los tres puntos que habrá en juego el próximo miércoles en El Molinón frente al Málaga de Jony y Luis Hernández. Tres puntos son tres puntos, se ganen contra el Málaga o contra el Sevilla. Y seis es el doble de tres. Las matemáticas al contrario de las decisiones arbitrales nunca admiten interpretaciones.

Porque a raíz del último partido de la selección española (la del culo inquieto), mucho se ha hablado en los últimos días del famoso VAR (el sistema de videoarbitraje) y de su utilización para evitar graves errores arbitrales. Para equipos como el nuestro, tengan ustedes por seguro que sería una bendición su uso, pues no pocas decisiones tomadas en nuestra contra, por aquello de que siempre resulta más fácil perjudicar al débil, serían justamente rectificadas. No me extraña que nuestro capitán, Sergio ‘Corazón Rojiblanco’, se manifestara esta semana a favor del VAR.

Pero volviendo al partido del domingo, por si no hubiera ya suficiente en juego, además, se añade la particularidad de que nuestro rival es el eterno enemigo de nuestros hermanos béticos, a quienes como saben, por aquello del caprichoso destino, el calendario ha colocado de nuevo en nuestro camino justo en la última jornada del campeonato. Podríamos decir por ello que el domingo disputaremos un derbi un tanto particular. Como se decía en aquellos juegos infantiles de antaño, ‘por mí y por todos mis compañeros’. Lástima no haber tenido para la ocasión la equipación verde de pasadas temporadas.

Por lo se ha visto en alguno de los entrenamientos llevados a cabo por el Sporting a principios de semana, Rubi habría dado especial importancia a las acciones a balón parado, tanto a nivel defensivo, donde el Sevilla es uno de los equipos con mayor potencial en este tipo de jugadas, como también ofensivo. Veremos si lo estudiado y ensayado se pone luego en práctica.

Y hablando de lo que se ve en los entrenamientos, ver, lo que se dice ver, cada vez se ve menos. Y es que lejos de disminuir los entrenamientos a puerta cerrada, parece que Rubi está respondiendo a la fama que le precedía y de este modo, a medida que se acerca el final de competición, el entrenador catalán se muestra cada vez más celoso con su trabajo. Habrá quien considere que esto es lo normal en un equipo profesional, pero en mi opinión, como no me canso de repetirles, en la vida y en el deporte, hay un justo término medio para todo (o al menos para casi todo). Término medio que en este caso considero que estamos muy cerca ya de sobrepasar.

Pero estas cosas seguro que la mayoría de los aficionados, incluso los más asiduos por Mareo, sabrán perdonarlas de ganar el equipo el domingo. De hacerlo, conseguiría encadenar dos victorias consecutivas, algo que aunque a priori pudiera no parecer una gran gesta, en el caso del Sporting lleva la friolera de catorce meses sin producirse.

Casi nada al aparato.

Pendientes únicamente de la recuperación de Amorebieta, la alineación más probable sería la conformada por Cuéllar en portería, línea de defensa para Lillo, Amorebieta, Babin y Canella, centro del campo para Carmona, Sergio, Vesga, Cases y Burgui y punta de ataque para Traoré. No obstante, quién sabe si no pudiera haber alguna rotación, pensando ya como digo en el partido del miércoles. Para el siguiente, de lunes en San Sebastián (¡qué maravilloso horario!), habría más tiempo para la recuperación.

Lo que sí sabemos seguro es que de cara a la visita del Real Madrid (sábado 15 de abril, a las 16:15 horas), los abonados habrán de pasar por taquilla. Nada que tampoco no se supiera. Los precios para los adultos no abonados van desde los 70€ la entrada más barata hasta los 120€ la más cara. Precios que no están al alcance de todos los bolsillos, pero así está montado este negocio. Lo que parece increíble es que a pesar de todo este dinero, algunos sigan pagando con cuentagotas, casi siempre tarde y mal. Y eso cuando pagan.

Por lo que se refiere al Sevilla, la actualidad allí pasa por la confirmación de lo que también se sabía desde hacía tiempo: el adiós de Monchi a la entidad del Nervión. Se va sin duda uno de los mejores secretarios técnicos deportivos que ha tenido el fútbol español en los últimos tiempos. Digo se va, porque parece que su destino está en el extranjero, más concretamente en la Roma. No me dirán que no contrasta la labor extraordinaria de Monchi en el Sevilla con la que han realizado por Mareo, nada menos que tres personas en los últimos años. Veremos si a la cuarta va la vencida.

Post Scriptum: ¿está el Sporting analizando con sus asesores legales la posibilidad de emitir una queja formal ante la FEF por lo acaecido en el partido entre el Celta y el Pabellón Ourense, correspondiente al Grupo I de la División de Honor juvenil, con independencia de que el resultado y la decisión que tome finalmente el Comité de Competición, afecte o no a la consecución del título? Son este tipo de conductas y decisiones las que diferencian a un club grande, de uno menor y al que cualquiera puede tomarle el pelo.