El Sporting se juega la vida en las peores circunstancias. Rubi confirmó ayer las ausencias para Anoeta de Douglas, Cop y Nacho Cases. También dio prácticamente por perdido a Lacina Traoré. Los problemas se concentran ahora en la delantera, donde Carlos Castro es el único atacante del primer equipo. Pablo Fernández, del filial, le acompañará en la convocatoria. Rubi evita excusarse en las ausencias y lanza un desafío a sus futbolistas: "Hay que ganar a un gordo, sea la Real o el Madrid, porque lo necesitamos y generaría muchísimo".

Lejos de tirar la toalla, Rubi parece convencido de que su equipo va a tener otra opción de engancharse a la permanencia y asegura que la derrota ante el Málaga no ha minado demasiado la confianza del vestuario. "Los ánimos están bien, estamos convencidos de que podemos ganar el próximo partido", apunta el preparador rojiblanco. Para reforzar su teoría hace un apunte interesante: "Cuando un equipo lleva tanto tiempo metido ahí abajo, estas situaciones ya no le afectan tanto. por eso sería interesante lograr acercarnos, porque al equipo que se meta se le puede hacer una montaña".

El Sporting jugará el lunes sabiendo los resultados de todos sus rivales, algo que no parece entusiasmar a Rubi. "Para competir y dar nivel, tenemos que intentar olvidarnos de los demás. Si eso te influye, acaba perjudicándote más de lo que ayuda", sostiene.

Rubi tampoco enarbola la bandera de la mala suerte, aunque desliza el dato de que "en los dos últimos partidos hemos recibido un gol y sólo hemos sumado un punto". El entrenador matiza de inmediato que "escudarse en la suerte es un error", pero al mismo tiempo apunta que "este equipo no ha metido ni un solo gol con el culo".