"Llevo cinco años fuera y me he encontrado un club diferente y una calidad de entrenamientos mucho más alta". Ryota Mori regresó ayer a Mareo para visitar a los que fueran sus excompañeros durante las ocho temporadas y media que trabajó como técnico de las categorías inferiores del club rojiblanco. Una etapa que finalizó tras conseguir el título nacional de entrenador para continuar con su carrera en su país natal, Japón. No le ha ido mal la vuelta a casa. "Desde enero soy entrenador de la escuela de fútbol del Arsenal en Tokio", explica ante su nuevo reto profesional.

"Intento aprovechar para ver métodos de trabajo diferentes. Algunas cosas nos pueden servir para aplicarlas allí. También echaba de menos volver a probar la sidra", confiesa Ryota, que tiene como principal anfitrión en su vuelta a Mareo a Marco Canal. El actual técnico analista del primer equipo fue uno de los apoyos del japonés durante los años en los que estuvo en la cantera del Sporting. "La salvación está complicada, sí, pero ha aumentado mucho el nivel del trabajo y de los jugadores respecto a la última vez que estuve", apunta el nipón. Y no le suele fallar la memoria. Escucharle recitar el nombre de los empleados del club y de los encargados de la cafetería, mientras se interesa por cómo les van las cosas, dan prueba de ello.

Ryota también ejerce de intérprete para el Arsenal, ya que el director técnico del conjunto inglés en Tokio es un viejo conocido de la Liga española, Ricardo López, el que fuera portero de Atlético de Madrid, Osasuna, Valladolid y Manchester United, entre otros. "Le echo una mano con el idioma, pero ya conoce el país. Trabajó en la selección de Japón como entrenador de porteros, formando parte del cuerpo técnico de Javier Aguirre", explica. A su vez, Ryota dirige al juvenil del Arsenal, con el que espera crecer paulatinamente porque "la escuela lleva tan sólo tres años en funcionamiento". Ilusionado con este proyecto, sólo espera que la temporada sea redonda con la salvación del Sporting.