"Vi a Diego López con ganas de salir y mi intención era ponerla. En el último momento, el portero dio un paso y decidí jugármela. Por fortuna, la barrera se abrió un poco". Víctor Rodríguez se liberó ante el Espanyol. El rojiblanco abrió el marcador con un lanzamiento de falta renovando una cuenta goleadora cuya última referencia fue en la primera jornada de Liga. "Alguna vez me tenía que ir de cara, porque en los últimos partidos, entre las paradas de los porteros y los palos, no había manera", afirma el catalán, consciente de que necesitaba recobrar protagonismo. El tanto tuvo una dedicatoria especial. "Fue para mis abuelos. Se lo había prometido. Seguro que están orgullosos de mí ahí arriba", desvela como parte del homenaje póstumo a sus familiares, ya fallecidos.

"La sensación es agridulce. Hacemos méritos para llevarnos los tres puntos, pero no lo conseguimos. Queda esperar y ver en qué situación estamos. Hay que afrontar el partido del Villarreal con las máximas garantías pase lo que pase", afirma Víctor Rodríguez, que es consciente de que el Sporting depende del Leganés en este tramo final de Liga para poder alcanzar el objetivo de la permanencia. "El equipo da la sensación de que quiere, está vivo. Nos falta fortuna para llevarnos los partidos", subraya.

Víctor Rodríguez reconoce que lo ha pasado mal esta temporada y que han sido sus compañeros quienes más le han apoyado. Uno de los que ha estado cerca ha sido Nacho Cases, que le dedicó unas palabras al oído tras marcar ante el Espanyol. "Nacho es una persona muy cariñosa con todos. Le agradezco ese gesto y esas palabras, que quedan entre él y yo. Hubo momentos duros para mí, al igual que para el equipo, por la situación en la que estamos. El gol siempre ayuda", sentencia el futbolista del Sporting, que asegura que irán a por la victoria en El Madrigal.