El entusiasmo del sportinguismo decayó de forma manifiesta tras la solvente victoria del Leganés ante el Betis. Las doscientas entradas remitidas desde Éibar para el encuentro del domingo resultaron, en un primer momento, tras la victoria rojiblanca ante Las Palmas, insuficientes. Hasta el punto de que la demanda fue mucho mayor. El club decidió abrir un sorteo entre los abonados que estaban dispuestos a viajar a Éibar y adjudicó las doscientas localidades a un precio de 25 euros. Tras la victoria del Leganés, la permanencia del Sporting se convirtió en un logró prácticamente inalcanzable.

Esto hizo que la mitad de las entradas sorteadas quedasen sin recoger. El Sporting sacó ayer a la venta 96 localidades, ya sin restricciones para los abonados, y de las que despachó algo menos de la mitad. El club rojiblanco devolvió ayer cincuenta entradas al Eibar. Un síntoma claro de la desafección que el equipo de este año provoca entre sus seguidores que, en otras circunstancias, lo habrían arropado en los peores momentos.