El sportinguismo señaló ayer a quienes considera los máximos responsables del descenso del equipo a Segunda División. El Molinón clamó contra Javier Fernández, presidente y máximo accionista del club, y el consejo de administración. La bronca, que alcanzó su mayor intensidad en el inicio del encuentro, puso de acuerdo a todo el mundo por primera vez en la temporada, estuvo acompañada por una pañolada compartida por todas las gradas del municipal gijonés y por los gritos de "Fernández fuera" y "directiva dimisión". La asumieron Javier Martínez, vicepresidente, Fernando Losada, consejero, y Ramón de Santiago, secretario del consejo, que siguieron el empate (2-2) ante el Betis desde palco. Fernández no se dejó ver, pero siguió el partido por televisión desde el interior del estadio.

"Por un Sporting libre, Fernández vete ya". Unos 300 aficionados abrieron las protestas contra los gestores del club, hora y media antes de iniciarse el partido. Lo hicieron desde el punto habitual de encuentro, la zona situada ante la entrada al aparcamiento de El Molinón. Pancartas y reproches, principalmente hacia el máximo accionista, que se convirtieron en aplausos cuando el autocar del equipo hizo acto de presencia y los futbolistas rojiblancos accedieron al municipal gijonés. Hubo quien apuntó a algún jugador al grito de "vago". Fue la excepción.

El Molinón lució su peor entrada, con solo 16.021 espectadores. Fue otra de las evidencias del desencanto de una afición que, sin embargo, nunca falló cuando se la necesitó. El balón echó a rodar en medio de la bronca general al consejo, con la gente girada hacia el palco, y mientras se desplegaban letras desde el fondo norte hasta la tribuna este en las que se podía leer "Rsg libre, Fdz vete ya". El único incidente se registró a la altura de uno de los laterales del palco presidencial, colindante con la grada. La Policía Nacional detuvo a un aficionado que, según los testigos, se encontraba insultando a los representantes del consejo de administración. El acusado, llamado al orden por la Policía, tuvo que ser reducido y fue trasladado a los calabozos de la Comisaría de El Natahoyo acusado de desobediencia.

"Fernández, súbete el sueldo", cantó el fondo sur poco después. En el césped, Sporting y Betis, sin tensión ni incentivos, se regalaban ocasiones mientras la afición rojiblanca entonaba el "musho Bétis" y los más de 200 béticos contestaban con un "Sporting es de Primera". El hermanamiento entre aficiones se pudo ver antes y después del encuentro. Primero, en el "Día de las peñas", organizado por Unipes en el recinto ferial Luis Adaro, en el que se distinguió a la Escuela de Fútbol de Logroño, filial del Sporting. Más tarde, en la espicha celebrada por la peña sportinguista Nunca Caminarás Solo. Juan de Dios Álvarez, presidente de la Federación de Peñas del Betis, agradeció todo el cariño.

La jornada también estuvo marcada por las despedidas. Ocho futbolistas terminan su vinculación en junio, entre cesiones y contratos. Algunos, ni siquiera estuvieron en la convocatoria, como Traoré, Elderson y Afif, este último, descartado minutos antes del partido. Burgui, sustituido por un aclamado Isma López, se llevó pitos y aplausos, mientras que Cop, que entró por Nacho Cases, acumuló silbidos por su mal final de temporada. No fue el único de los dieciséis fichajes señalados por el público. La mayor ovación se la llevó un forastero, el verdiblanco Joaquín. El pitido final dio paso, de nuevo, a los gritos de directiva dimisión. Los jugadores, tras tomar el camino de la ducha, salieron una segunda vez del vestuario, para agradecer el apoyo, cerrando el año en El Molinón entre aplausos.