Era uno de los candidatos que más gustaban en el consejo de administración del Sporting, y también una de las que se veía más complejos de conseguir. El club rojiblanco se niega a renunciar a Óscar Perarnau para ocupar el puesto de director deportivo, pero la falta de una respuesta positiva por parte del que fuera responsable de este área en el Espanyol, hace que esta opción se complique. La falta de avances en este apartado es uno de los aspectos que más preocupan en el club.

El club continúa peinando el mercado en busca de la persona que pueda encajar con rapidez en el Sporting y dé un giro radical a la actual situación. El perfil inicial estaba claro, el de un director deportivo que comparta el fútbol que gusta en Gijón, apueste por una plantilla más corta, tire del filial, cuente con experiencia previa y no guarde vínculos anteriores con el club. Unas premisas que trasladadas a la práctica está resultando difícil de conjugar. En buena medida, porque el club está encontrando pocas facilidades a la hora de atraer a las primeras opciones que se valoraron. Son los casos del propio Perarnau o Juanjo Lorenzo, director deportivo del Apoel Nicosia, que tiene un año más de contrato con el conjunto que acaba de ganar la liga chipriota. Braulio Vázquez, que tras su salida del Valladolid está próximo a ser anunciado como nuevo director deportivo de Osasuna, es otro de los ejemplos. El club entiende que no hay margen de error tras la decepción que ha supuesto la labor desarrollada por Nico Rodríguez.