Defender la portería del segundo equipo que más disparos concede de toda la Primera División aumenta la carga de trabajo. Los números de Iván Cuéllar (Mérida, Badajoz, 27-5-1984) esta temporada dan cuenta de ello. Guardameta titular del Sporting en 36 de las 38 partidos de Liga, el extremeño ha recibido 69 tantos, la cifra más alta en sus nueve campañas en el club, y también a lo largo de toda su carrera deportiva. Una media de dos goles por encuentro que explica una de las causas del descenso del conjunto gijonés.

El Sporting cerró la campaña con casi quince disparos concedidos a sus rivales por partido. Un promedio que sólo superó el Granada y que, sin embargo, dejó al conjunto rojiblanco no tan abajo en la lista de equipos más goleados de la categoría. Los gijoneses finalizaron cuartos por la cola en este apartado, con 72 goles en contra. Este matiz refleja una de las causas de que Cuéllar haya despedido el año considerado como uno de los futbolistas que mostró un rendimiento más regular.

El extremeño dejó la puerta a cero en siete ocasiones. La primera fue en la segunda jornada de Liga, en la visita al Alavés (0-0). Le siguieron las visitas al Granada (0-0); al Betis (0-0); al Leganés (0-2); al Sevilla (0-0) y al Eibar (0-1). El Molinón sólo pudo disfrutar de un partido sin goles en contra en toda la temporada liguera, el 1-0 ante la Unión Deportiva Las Palmas de la jornada 36.

Cuéllar abrió el año con un nuevo competidor por el puesto, Diego Mariño, que vino a tomar el testigo de Alberto. El meta gallego se incorporó tras ser el guardameta más utilizado por el Levante en Primera División, por lo que de inicio la pelea por un puesto dominado por el emeritense en los últimos años se presentaba dura. Cuéllar convenció a Abelardo para ser el elegido desde el inicio de la campaña. Un rol que también mantuvo desde la llegada de Rubi el pasado mes de enero.

Cuatro partidos se ha perdido Cuéllar en toda la temporada. Dos de Liga y dos de Copa. Los referentes a la competición liguera empezaron con la visita al Bernabeu. El extremeño no estuvo disponible esa semana aquejado de unas molestias musculares. El siguiente encuentro en el que estuvo de baja fue para recibir al Granada, pero fue por estar sancionado por acumulación de tarjetas amarillas. Sus ausencias en Copa, para la única eliminatoria disputada por los gijoneses, ante el Eibar, tuvieron como principal argumento que fue una competición en la que se dio la alternativa a Mariño. En todo caso, la ida, disputada en El Molinón, se la perdió por molestias musculares, mientras que en la vuelta se quedó fuera de la lista.

Cuéllar vivió momentos álgidos durante el año, como su gran actuación en la visita a Mestalla, donde lo paró casi todo, siendo clave en que el Sporting se marchara con un punto. Paró a Simone Zaza uno de los dos penaltis que ha detenido esta campaña, y sólo un cabezazo envenenado de Munir fue capaz de superarle. Para olvidar fueron los días como los once tantos endosados por el Barcelona en los dos duelos ligueros. Líder y uno de las voces de peso del vestuario, tiene contrato hasta 2019, pero pudo disputar su último partido con el Sporting ante el Betis, el que cerró la Liga.