La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El análisis de la plantilla Jorge Meré

La joya más deseada del vestuario rojiblanco

Jorge Meré, tras una carrera de éxito, sufre los reveses del descenso y de la salida de Abelardo

Jorge Meré. J. J.

En su carrera deportiva no hay un segundo de descanso. La vida de Jorge Meré Pérez (Oviedo, 17-4-97) es un frenesí continuo. Por eso, ahora, cuando sus compañeros llevan ya una semana de vacaciones, el joven central rojiblanco acude cada día a Mareo para mantenerse en las mejores condiciones con vistas a disputar el Europeo sub-21 de Polonia. Más allá de ser la gran joya de la corona del Sporting, cualquiera que le conozca define a Jorge Meré como un veterano de veinte años. Siempre lo ha sido. Su mentalidad y su madurez han ido aún por delante de su vertiginosa carrera deportiva.

A pesar de lo difícil que suele ser asentarse en el fútbol profesional para un central joven, Jorge Meré suma a sus veinte años 56 partidos en Primera División, 5 en el fútbol de plata, en el que debutó con sólo 17 años y 47 en Segunda División B. Además ha sido internacional en todas las categorías inferiores de la selección española y ha llegado a ser incluido en una concentración previa para unos entrenamientos con la absoluta.

En una carrera de éxitos, seguramente esta temporada haya vivido sus experiencias más complicadas. Jorge Meré no pudo evitar el descenso rojiblanco. Además vivió una situación que le afectó en lo personal. La traumática salida del vestuario rojiblanco del Pitu Abelardo, a quien se podría considerar su padre futbolístico. Él le hizo debutar en el Sporting B siendo un niño, lo subió al primer equipo para jugar en Segunda con diecisiete años y le consolidó como titular en Primera División, confirmándolo como una de las promesas más firmes del fútbol español.

Fuera del terreno de juego, Jorge Meré es un profesional impecable. Siempre tiene una palabra agradable para cualquiera que se cruce en su camino, ya sea un empleado del club, un aficionado o un chavalín del cadete B del Sporting. Tampoco se hace notar cuando se le pone un micrófono delante. Meré regatea las declaraciones estridentes y polémicas, mientras reparte cursos gratuitos de sensatez.

Hay futbolistas hechos de una pasta especial. Jorge Meré es uno de ellos. El central asturiano lo tiene todo para triunfar y son muchos los que pronostican que terminará su carrera en un grande y que será una pieza clave en la selección española del futuro. Nadie puede discutir que va bien encaminado. Como saben los ojeadores que le siguen de cerca.

Como suele suceder a los superdotados, su talento estuvo cerca de convertirse en un problema para Jorge Meré. Cada temporada abundan los cantos de sirena, con clubes poderosos interesándose por el central rojiblanco. La temporada comenzó con un conflicto entre su representante y el club por una mala redacción de su contrato. Finalmente, la intervención directa de Javier Fernández permitió acercar unas posturas enfrentadas inicialmente y la discrepancia se cerró con la renovación del futbolista con un contrato coherente con su rendimiento. Consumado el descenso, el futuro de Jorge Meré vuelve a ser la gran preocupación del sportinguismo, por encima de quién será el elegido para la dirección deportiva o para el banquillo. La afición intuye que puede despedir precipitadamente a otro ídolo, como ha sucedido con tantos a lo largo del pasado reciente. Lo mínimo que se le pide al club, es que si Jorge Meré se tiene que ir, el Sporting reciba una compensación a la altura de su talento.

Compartir el artículo

stats