"Con Torrecilla hemos fichado un método de trabajo". Javier Fernández, presidente del Sporting, subrayó así una de las razones de la incorporación de Miguel Torrecilla como nuevo director deportivo rojiblanco. Diez son las pautas en las que se puede resumir esa particular manera de trabajar del salmantino.

1 Seguimiento meticuloso y a la vanguardia. En sus inicios acostumbraba a ver nueve partidos en directo y otros quince a través de vídeos cada a la semana. Miguel Torrecilla siempre tiene tiempo para descubrir nuevos futbolistas. Toma las decisiones tras ir a ver al jugador en acción, aunque es amante de apoyarse en programas informáticos como complemento, no como única fuente de información. Le gusta mantenerse a la vanguardia en cuanto a servicios informáticos de "scouting", y fue el primero en implantar este tipo de herramientas en el Salamanca.

2 Mezcla de rendimiento seguro y de apuesta. El salmantino suele dividir en dos grandes grupos a los potenciales refuerzos: rendimiento seguro o apuesta. En el grupo de rendimiento seguro se incluyen jugadores consagrados, en mayor o menor medida, que ofrecen garantías para adaptarse y dar el nivel rápidamente. En el de apuesta se incluyen futbolistas jóvenes, con recorrido por delante para que su juego crezca. Suele hacer una mezcla de estos dos perfiles a la hora de configurar una plantilla.

3 Si hay duda, se vota. Una de las pautas que Torrecilla marcó en sus inicios fue la de someter a votación, entre su equipo de trabajo, la decisión de dar prioridad a uno u otro fichaje si había algún tipo de duda entre jugadores similares. En Salamanca recurrió a esta fórmula en alguna ocasión, aprovechando que era número impar su círculo más cercano, el integrado por su hermano Toño y Ángel Medina, ahora en el equipo de trabajo de Felipe Miñambres en el Celta de Vigo. Toño seguirá siendo su mano derecha en su etapa en el Sporting. El punto de vista del entrenador es otro de los valores importantes para él a la hora de decidir.

4 De Portugal, al mundo. El constante crecimiento en su carrera ha llevado a Torrecilla a partir de ser un especialista en el mercado nacional, para terminar abriéndose su camino en el internacional. Portugal fue el primer país extranjero que le ofreció las mejores oportunidades para invertir poco dinero y obtener máximo rendimiento, tanto deportivo como a nivel de traspasos. No tardó en hacer escala en Inglaterra, estableciendo acuerdos de colaboración con el Arsenal y aprendiendo técnicas de trabajo del jefe de ojeadores del club londinense. Francia y Bélgica son dos territorios que también domina, mientras que el fútbol escandinavo centró buena parte de sus aciertos en el Celta.

5 La cantera, protagonista. Torrecilla cuida con especial celo el trabajo en las categorías inferiores. En Salamanca creó una nueva estructura para la base y siempre defiende su interés de contar con plantillas cortas para que los jugadores que vienen del filial o el juvenil puedan encontrar un hueco en el primer equipo. Con él brillaron en el Celta canteranos como Santi Mina o Iago Aspas.

6 Ver objetivos antes que al equipo propio. No acostumbra a viajar con el equipo ni a seguir en directo ninguno de los partidos, salvo en ocasiones muy puntuales. El hábito de Torrecilla es aprovechar el fin de semana para desplazarse a ver encuentros de rivales o de otras competiciones. Los partidos de su club los ve todos, pero durante la semana, en vídeo.

7 En permanente formación. A su interés por mantenerse a la vanguardia en cuanto al uso de las nuevas tecnologías para la búsqueda de refuerzos, se une un reto personal de mejorar en aspectos como los idiomas. La presencia en mercados extranjeros le ha llevado no sólo a aprender inglés, sino que ha seguido recibiendo cursos en los últimos años para perfeccionar el idioma. Algunos de sus últimos viajes, como el que le llevó hace unos meses a Qatar, también los invierte en enriquecer otros aspectos relacionados con la dirección deportiva.

8 Cercano al futbolista.

La puerta de Miguel Torrecilla siempre está abierta para el futbolista. Los que han trabajado con él agradecen que tras esa pose seria se encuentra una persona abierta al diálogo y a dar solución a detalles ajenos a lo deportivo que ayuden a la vida cotidiana del jugador. Extremadamente educado, no es habitual verle participar en el trabajo programado por el cuerpo técnico, ni tampoco en los entrenamientos.

9 Cómodo en la sombra. La exposición pública le resulta incómoda. Torrecilla entiende que la figura del director deportiva nunca debe ser protagonista, y en ello basa su poco interés en atender entrevistas. Sin embargo, da valor al contacto con los medios de comunicación lejos de los focos. En Vigo era habitual que mantuviera encuentros con los encargados de cubrir la información del Celta a modo de charla para conocer sus opiniones, cada tres meses. Es hombre de escuchar, más que de hablar.

10 Comprar barato, vender caro. Uno de los detalles capaces de medir el éxito del trabajo de Torrecilla es su capacidad para revalorizar futbolistas. La lista es amplia para corroborar este aspecto. Desde cómo rentabilizó el paso de Linares por el Salamanca, al que llegó libre y luego vendió al Elche por 600.000 euros, pasando por los nueve millones de euros que desembolsó el Liverpool por Iago Aspas, al que recuperó después para el Celta por la mitad, o los diez millones de euros del traspaso de Santi Mina del club celeste al Valencia. En Gijón ya se ha remitido a los 15 millones de euros de cláusula de Meré para dejarle salir.