El Sporting tiene en un gijonés el ejemplo más reciente de cómo llegar al éxito de ascender a Primera División tan sólo un año después de haber perdido la categoría. Juan Ramón López Muñiz (Gijón, 2-11-1968) no sólo lo ha alcanzado esta campaña como entrenador del Levante, sino que fue tal la diferencia de puntos con el resto de rivales que lo certificó seis jornadas antes de que finalizara el campeonato. El técnico granota analiza para LA NUEVA ESPAÑA las claves de una campaña impecable. El exjugador rojiblanco y exentrenador de las categorías inferiores del cuadro gijonés repite una y otra vez una palabra que también caracteriza su personalidad: humildad.
- No es habitual que un recién descendido vuelva a Primera tan solo un año después ¿cómo se consigue al primer intento y de manera tan contundente?
-Una vez que pasas el trauma del descenso, hay que trabajar con humildad. No creerse mejor que nadie por haber jugado el año anterior en Primera. La categoría penaliza eso. En Segunda da igual el nombre, la historia o la necesidad que tengas. Importa ponerte a trabajar mucho, y con mucha humildad. Una de nuestras claves es que fuimos capaces de hacer un buen equipo con futbolistas que querían competir en Segunda. En nuestra plantilla ninguno pensaba que la categoría se le quedaba pequeña.
- En el Levante continúan solo nueve futbolistas de la pasada campaña ¿Es la confección de la plantilla un filtro determinante?
-Es un proceso fundamental. Tienes que analizar bien qué futbolista desea quedarse y está por la labor de sumar. Aquí se notó de manera clara desde el inicio. Creo que empezamos a trabajar el día 6 de julio, y en esa fecha ya se vio a gente entrar en el vestuario para decirme: "míster, quiero trabajar, competir aquí y ascender con el Levante". Hubo otra gente que tenía otras miras. De acuerdo con el club y con los futbolistas, se tomaron decisiones, y se pudo hacer un buen equipo muy temprano. A mediados de julio, ya teníamos a los jugadores que queríamos tener para conseguir los objetivos y ellos querían estar aquí, con nosotros.
- ¿Cuándo fue consciente de que el ascenso era posible?
-Cuando empiezas a ver el trabajo, te das cuenta de que pueden pasar cosas buenas. En todo caso, hasta que no llega marzo o abril, no conoces exactamente los objetivos por los que podrás pelear. En el parón de diciembre, que ya es un buen baremo, llegamos con una diferencia importante de punto. A partir de ahí la distancia siguió aumentando y fue cuando empezamos a ilusionarnos más y a darnos cuenta de que podíamos subir con cierta antelación.
- ¿Cómo ve al Sporting de cara a recoger el testigo?
-Ha sido una campaña dura. Se empezó sumando puntos pero después se entró en una dinámica que ya llevó a pelear por el objetivo de la permanencia, que creo que es el objetivo que teníamos al inicio de la temporada, o que tenían todos los sportinguistas. No pudo ser y hay que saber afrontar los momentos duros.
- ¿Cómo valora la llegada de Torrecilla como director deportivo?
-Nos conocemos de hace tiempo. Lleva muchos años en el fútbol y fuimos progresando en diferentes equipos, pero casi a la vez. Es un hombre que ha crecido desde abajo y eso sólo se consigue a base de trabajo, nadie regala nada.
- ¿Ha cambiado mucho la categoría en los dos últimos años?
-Cada temporada me parece que es más difícil ascender y que hay equipos de más nivel. En parte porque van bajando equipos de Primera que no son capaces de subir. Incluso alguno desciende a Segunda B. Eso es una evidencia de lo complicada que es la Segunda División. Hay que adaptarse muy rápido a ella. No perdona la falta de humildad o de trabajo.
- ¿Se imagina triunfando también en su tierra como entrenador?
- Soy de Gijón, crecí en Gijón y empecé a jugar en el Sporting con diez años. Uno de mis recuerdos de infancia es ir de la mano de mi padre a El Molinón. El fútbol nunca sabes lo que te depara. Ahora mismo yo estoy muy a gusto en el Levante y el Sporting tendrá su visión para elegir técnico. Lo que quiero es crecer como entrenador y que las decisiones que tome el Sporting permitan volver a ver al equipo donde se merece: la Primera División.
- Ha renovado automáticamente por una temporada más y volverá a dirigir en la máxima categoría siete años después de hacerlo con el Málaga.
-Afronto la próxima campaña con mucha ilusión. El del Levante es un proyecto bonito. El primero que quiere ver crecer al club es el presidente. Él transmite una ilusión extraordinaria. Lo ha hecho desde que llegué, junto a una dirección deportiva nueva, como la formada por Tito y Carmelo (del Pozo). Es un club que trabaja de manera profesional y a la vez muy familiar. Nunca valoré como un riesgo asumir el reto de ascender con el Levante justo el año después de bajar. Todo lo contrario. Me pareció una gran oportunidad. Creo no pensar en la decepción del descenso, sino en la ilusión con la que nos juntamos desde el inicio, ha sido básico.
