Aunque la negociación se resolvió muy rápidamente, el acuerdo entre el Sporting y Tesla es complejo e incluye multitud de cláusulas y variables. De entrada, el compromiso es de un año renovable a otro. Para poder ejercer ese segundo año, Tesla deberá cumplir el próximo verano las mismas condiciones que ahora al garantizar el pago del patrocinio. Además, las cantidades varían de forma evidente en caso de ascenso para la próxima temporada. Si el Sporting regresa a Primera, Tesla pagará una cantidad sensiblemente superior a los 600.000 euros que daba el Ayuntamiento de Gijón en la máxima categoría.

Una de las medidas impuestas por el Sporting es una cláusula de escape que el club podría ejecutar la próxima temporada en el caso de que el equipo haya logrado regresar a Primera División y encuentre un patrocinador principal internacional. En ese supuesto, el Sporting se reserva la posibilidad de rescindir el acuerdo con Tesla a cambio de una pequeña indemnización.

El club tiene el convencimiento de que podría conseguir patrocinadores más potentes económicamente en la máxima categoría. Antes de consumarse el descenso, el club tenía muy avanzada una negociación con Costa Rica para llevar el nombre de este país en la camiseta a cambio de cerca de 1,6 millones de euros. En Segunda, esta opción desapareció. Una agencia de Madrid ofreció también la posibilidad de lucir el nombre de Israel, que fue descartada por evitar la conflictividad. Este país ofreció 3 millones a Valencia y Sevilla, que también le rechazaron.