Ya no hay vuelta atrás. Nacho Cases rubricó en la mañana de ayer en Mareo su desvinculación del Sporting, del club de su vida, al que llegó un niño de siete años y se va un hombre de 29. Toda una vida a la que se pondrá el epílogo esta mañana en El Molinón, donde el centrocampista gijonés leerá un comunicado de despedida en la sala de prensa de El Molinón, escenario de sus grandes momentos en este club. Nacho Cases no estará solo. Representantes de todos los estamentos del club arroparán a un guaje muy querido en el Sporting. Su destino será el AEK Larnaka, segundo clasificado de la liga de Chipre, donde coincidirá, entre otros futbolistas españoles, con el exportero rojiblanco Juan Pablo. Nacho Cases disputará con su nuevo equipo la fase previa de la Liga Europa, en la que el AEK Larnaka se enfrentará al Lincoln Red Imps de Gibraltar. El partido de ida se jugará el próximo miércoles 29 de junio.

Así se explica la presencia del gijonés entrenándose cada mañana en Mareo, mientras sus compañeros disfrutaban de las vacaciones. Nacho Cases, profesional intachable, mantenía la forma con vistas a esta eliminatoria europea que puede suponer su estreno con su nuevo club. Porque Nacho Cases se despide esta mañana, pero su cabeza se fue hace ya semanas. Durante la temporada pasada ya manifestó al consejo de administración, con el que mantiene una relación cordial, su deseo de vivir nuevas experiencias en el extranjero. Poco después de terminar el ejercicio, confirmó lo que había apuntado y comunicó al club su decisión de irse. El Sporting le puso facilidades y el camino de club y del futbolista se separó.

Nacho Cases se va buscando la felicidad que no encontró en su última etapa en el Sporting. La primera tarea, y una de las que más preocupa a Miguel Torrecilla, será buscarle un sustituto al centrocampista gijonés, el más creativo de los que ha tenido el club en su última etapa. Con Nacho Cases se marcha un símbolo, un guaje crecido en Mareo.

La reacción del sportinguismo fue inmediata. Nacho Cases se convirtió en tendencia a nivel nacional y se creó la etiqueta #graciasnachocases que inundó las redes sociales. Las mismas que el futbolista, como varios de sus compañeros, abandonó cancelando sus cuentas para aislarse de una crítica desmesurada. Nacho Cases siempre ha sido un tipo especial, que habló sin tapujos de cualquier tema candente en la sociedad. Hace poco calificó de "lamentables" las peleas de padres en el fútbol base y reconoció que no quería que su hijo practicase este deporte.

Nacho Cases es uno de los capitanes del Sporting, ha disputado 183 partidos oficiales con el primer equipo en los que ha anotado 11 goles. En estas temporadas ha vivido un ascenso, siendo pieza clave del Sporting de los guajes, y dos descensos. Quizá el gran momento de su trayectoria fue aquella jugada que hilvanó junto a Miguel de las Cuevas en el Santiago Bernabeu para poner fin a la histórica racha de José Mourinho como local.

Salvo un año de juvenil en el que fue cedido al Gedo, Nacho Cases siempre ha vestido la camiseta rojiblanca (llegó a Mareo con 7 años procedente del Codema). Su debut en el primer equipo fue tardío. Dio salto con Manolo Preciado en Santander, con 23 años ya cumplidos y después de haber tenido un pie fuera de Mareo ese mismo verano. A la semana siguiente se estrenó en El Molinón con un gol ante el Hércules y ya se mantuvo firme en el equipo.

Sin embargo, a pesar de su visión de juego y de su capacidad para mover al equipo, Nacho Cases siempre ha sido un futbolista discutido por la grada y por muchos de los entrenadores que ha tenido. Los pitos con los que le despidió un sector de El Molinón en el último partido de liga ante el Betis confirmaron su salida. Nacho Cases es un sportinguista de nacimiento y siente de manera especial las derrotas.

Nacho Cases realizará esta mañana su último pase como sportinguista. Y lo hará en El Molinón, la que fue su casa durante los últimos siete de los veintidós años que pasó en el Sporting. El reto ahora lo tiene Miguel Torrecilla, que debe buscar un sustituto de garantías. Quizá sobre el césped lo encuentre. Otra cosa será su simbolismo.