Les confieso que cada vez me resulta más complicado escribir sobre la actualidad sportinguista, sin correr serio riesgo de repetirme más que la cebolla. Pero es que la realidad es la que es, por más que la intentemos teñir de color esperanza, que en esta nuestra hermosa villa marinera no es verde, sino rojiblanca. Porque el verde lo reservamos los sportinguistas para lo que después de años de penuria, se nos antoja ya una utopía.

A punto de comenzar la pretemporada podemos decir como cantaba Julio Iglesias, que la vida sigue igual en el Sporting. Nada que nos resulte nuevo en una pretemporada: muchas promesas, muchas supuestasatractivas, muchos fuegos de artificio, pero al final ´nasti de plasti´, que se decía en los años en los que el Sporting era un club aseado y saneado en lo económico y más que respetable en lo deportivo. Y perdonen que aquí sí que me repita. Pero es bueno no dejar pasar la ocasión para recordarlo. Esos tiempos donde era verdad que el Real Sporting era una ´perita en dulce´ para cualquier jugador. Ahora, no somos sino una fruta, más que amarga, directamente incomestible para la mayoría.

Pero como para gustos (amargos incluidos) hay colores, les puedo también decir que tengo buenos amigos sportinguistas que están encantados por ejemplo, con la rebaja que el club ha anunciado esta semana en los precios de los abonos; o con el vídeo con el que se busca promocionar dicha campaña de renovaciones y nuevas altas de socios.

Si desean conocer mi opinión, la rebaja ofrecida se queda corta en relación a la enorme devaluación del producto que se ofrece. ¿O es que la supuesta mejor Liga del mundo, debería ser sólo un 20% de media más cara que una Segunda División, infumable como pocas? En Gijón por desgracia la tenemos muy reciente como para no recordar infinidad de partidos que podrían calificarse de cualquier cosa, menos de fútbol. Claro que luego nos quieren engatusar con promesas (que veremos si se cumplen) de una congelación de precios en el caso de un hipotético ascenso. "Enorme esfuerzo", dicen. Hablan así de que ello supondría una reducción de unos 2 millones de euros en los ingresos. Déjenme que me ría (aunque me cueste). Primero: con el equipo "bastante hecho" que tenemos a día de hoy, las posibilidades de ascenso son equiparables a las de que podamos disfrutar también de una tercera ronda de la Copa del Rey gratis. Y segundo: ¿me van a decir que no han contratado un seguro para cubrir ese figurado ascenso? Es el coste de esa póliza el que deberían contabilizar como posible gasto y no otro.

No quiero tampoco dejar de comentar mi opinión sobre el vídeo de la parejita que en plena cena romántica, renuevan sus votos por el sportinguismo, al que dicen dar una segunda oportunidad. No sé de qué planeta habrán llegado los protagonistas de la escena (que me recuerda por cierto a las de los culebrones que ve mi madre después del telediario). A este club, muchos no le hemos dado una segunda oportunidad: le hemos dado una tercera, una cuarta, una quinta y si me apuran así, hasta más de veinte oportunidades en los últimos 25 años. Tan fallido así el mensaje como esa contracción de "volver al Molinón", en lugar de un correcto "volver a El Molinón", que es como se llama nuestro estadio. Esto de estar sin Director de Comunicación es lo que puede traer consigo; que lo mismo un día también, en esas redes en las que desde el club se divierten con tuits de lo más graciosos (¡maldita la gracia!), a alguno se le escape "el Gijón" en lugar de "el Sporting". No les extrañe lo más mínimo.

Ya ven si hay temas de qué hablar en este club; y más que se anunciarán en los próximos días, como la presentación de la nueva indumentaria. Temas menores en comparación con lo que de verdad debería preocupar: ¿con qué centrales va a contar el equipo? ¿Quién acompañará a Sergio en la medular? ¿Quién será nuestro interior izquierda? ¿Llegará ese delantero centro que garantice los 15-20 goles necesarios para aspirar a estar arriba? De momento, lo único cierto es que dos de los puntales del último ascenso y de la última permanencia, Cuéllar y Cases, han abandonado el club. Y libres como el viento. Aunque ahora resulte que el club, agobiado por las críticas, haya aclarado que sí que habrá una compensación económica por Pichu en caso de que juegue y que el Leganés, su club de destino, logre la permanencia. Aclaraciones a posteriori, errores a priori. Uno tras otro y suma y sigue.

Pueden creerme: tenía (y aún tengo) muchas esperanzas en el dúo Herrera-Torrecilla. Pero hasta que no me lo demuestren con hechos, sólo puedo reafirmarme en que en el Sporting, un verano más, todo sigue igual. Igual de mal, por supuesto.

Post Scriptum: con el portero gijonés José Aurelio, sonando para el Girona, después de abandonar la disciplina del Barcelona, ¿hubo o no hubo contactos?