"La afición se merecía que diera la cara y ofreciera mis motivos". Jorge Meré se despidió ayer del Sporting en Mareo, emocionado por poner fin a siete años como rojiblanco y también un tanto enigmático, ya que no admitió que se va cedido al Málaga y dejó en el aire la posibilidad de ser traspasado. "No sé si mi marcha es un adiós definitivo o un hasta luego", aseguró. El club gijonés resolvió la duda inmediatamente después, puntualizando a través de la web que el futbolista se va cedido, al haber hecho efectiva la cláusula que le permite salir a préstamo a un equipo de superior categoría, a cambio de renovar por un año más, hasta 2021. Meré incluso viajó ayer a Málaga por carretera, a la espera del acuerdo final entre clubes, ya que los andaluces quieren incluir una opción de compra menor al importe al que se remite el Sporting, 15 millones de euros. Esta mañana se someterá al reconocimiento médico.

"Lo fácil hubiera sido despedirme por las redes sociales", comentó Jorge Meré. El rojiblanco asumió con valentía ir a Mareo y ponerse ante los medios para comunicar su decisión de marcharse del Sporting. "Es algo estrictamente profesional y deportivo. Decir que me voy es la decisión más complicada. No sólo influyen los sentimientos. De esta forma podía aspirar a seguir jugando al máximo nivel. También va de cara a una posible llamada a la selección", señaló el ovetense, en relación a la sub-21, mientras sus palabras empezaban a entrecortarse por la emoción. "Me tengo que ir diciendo lo que no quería, que es dejando al Sporting en Segunda. Espero que la gente me pueda entender", añadió ya con lágrimas en los ojos.

Lo que había comenzado como una comparecencia en la que el jugador dejaría resuelta su decisión de marcharse al Málaga, de repente todo se embarulló. "No tengo claro mi destino ni las condiciones que van a ser. Hay varias opciones", deslizó. Incluso no descartó el traspaso como fórmula de su marcha. "Tengo ofertas de España y de fuera. Las condiciones en uno u otro club cambiarían. España es bonito para jugar, pero quizá te pique la espina de probar otras ligas", señaló. Salió a la palestra el nombre del Málaga y Meré mantuvo el tono enigmático. "El Málaga está ahí, pero como otros clubes de los que no tengo que dar los nombres", continuó el futbolista.

En el trasfondo del interés de Meré en ocultar su destino se fragua la estrategia de mantener en tensión las negociaciones, ya que el Málaga busca incluir una opción de compra. Una posibilidad que no ve con malos ojos el jugador, pero que el Sporting no quiere que sea por menos de los 15 millones de euros de su cláusula. El mismo Meré aseguró que el conjunto rojiblanco desestimó varias propuestas. "Se presentaron ofertas y el club no las estimó oportunas. Están en su derecho. Lo respeto", comentó. Al mismo tiempo dejó un recado para que se valore que él también puso de su parte hace unos meses para no protagonizar casos como el de Jony, Luis Hernández o Bernardo. "El año pasado se firmó un contrato de renovación. Si no, esta temporada me hubiera quedado libre. No quise quedarme libre porque dije que si alguna vez me tenía que marchar, lo haría dejando el máximo dinero posible para que el club aspirase al máximo", deslizó.

Meré, en todo caso, evitó la polémica. "No sé si lo mejor es irme cedido o traspasado. Las dos opciones pueden ser buenas. El presidente y Torrecilla querían que me quedase, pero entendieron mi decisión", manifestó antes de dejar un mensaje para los aficionados críticos por su interés en irse. "Al aficionado que piense que estoy despreciando al club no le puedo cambiar su manera de pensar. Solo diré que me he matado por este escudo", subrayó. Y entonces, tras dejar su futuro en el aire, Quini, presente en la sala de prensa de Mareo, se levantó y le dio un abrazo con una frase más que elocuente: "No te preocupes, que el año que viene estás aquí otra vez".