La revolución en la defensa del Sporting puede ampliarse más allá de la incorporación del italiano Barba y la esperada llegada del colombiano Juan Quintero. El club mantiene abierta la opción de fichar a un tercer central, con Mikel González en la recámara. Torrecilla, director deportivo rojiblanco, subrayó esta semana que no se ha hecho oferta por el vasco. No lo ha hecho ante el escenario de que el jugador sigue a la espera de que el Eibar, que todavía tiene una plaza libre en la zaga, descarte su contratación. En el momento que Mikel González reciba el no definitivo de los armeros, la oferta del Sporting estará sobre su mesa. Babin sería el principal damnificado de darse esta situación.

Babin no pasa por su mejor momento en el Sporting. Expedientado por el club por el episodio vivido con la selección de Martinica, el jugador lleva además una semana lesionado. El diagnóstico es el de una sobrecarga muscular, después de que se descartara que sufriera una dolencia de mayor alcance. No ha estado presente en los últimos dos amistosos del equipo y tampoco se le espera para el de mañana, ante la Ponferradina. Babin también está tocado a nivel emocional. Paco Herrera lo reconoció al inicio de la pretemporada, al hablar de que intentaría "encontrar la manera de hacerle feliz", después de deslizar que intentó hablar con él durante el verano y no le cogió el teléfono. No sería sorprendente que el futbolista viera con buenos ojos un cambio de aires, aunque el galo, por el momento, prefiere guardar silencio. Otra de las salidas a la que el Sporting está abierto es la de Rachid. El franco-argelino tiene contrato hasta 2019, por lo que se valora la posibilidad de estudiar una nueva cesión.