No siempre un buen inicio garantiza un buen final. Como ejemplo está el Sporting de hace un año, que convenció ganando de forma sólida al Athletic por 3-1 en El Molinón. Un arranque además que fue protemedor, ya que los rojiblancos hicieron 7 puntos de 9 posibles y soñaban con hacer una temporada cómoda en Primera. Pero al final no fue así, y el equipo entró en una mala dinámica y acabó descendiendo a Segunda.

Además las dos últimas temporadas en Primera dieron la sorpresa, ya que a ese triunfo ante el Athletic se sumó el curso anterior un empate sin goles en El Molinón ante el Madrid.