El Sporting que subió a Primera hace tres temporadas lo hizo encajando apenas 27 goles en toda la temporada, o lo que es lo mismo, una media de 0,64 goles por partido. Aquel año solo perdieron en dos ocasiones, ante el Betis y el Valladolid, y dejaron también su portería a cero durante 19 partidos. Unos datos que marcaron la base del ascenso a Primera, con un Sporting al que costaba sangre y sudor marcar un tanto, y que fue el menos goleado de la categoría, con ocho tantos menos que el Girona.

Será difícil repetir esos números, pero el equipo de Paco Herrera al menos ha dado alguna muestra de que pueda estar cerca de ese camino con el partido de ayer. Y por el hecho de que empieza puntuando en la primera jornada por quinto año consecutivo, ya que para encontrar el último tropiezo rojiblanco hay que irse a la temporada 2012-2013 cuando perdieron 2-0 en Soria. Desde entonces han sumado tres victorias y dos empates. Los triunfos fueron al Castilla en la 2013-2014 por 1-0, al Numancia 1-2 en la 2014-2015, y al Athletic 3-1 el año pasado. El empate de ayer se suma al obtenido hace dos cursos ante el Madrid sin goles en El Molinón.

Lo de los buenos inicios en el Sporting es algo significativo, ya que en Segunda, en sus 45 temporadas, el balance es de 22 victorias, 8 empates y 15 derrotas, y sumando todas las categorías, esta racha de cinco inicios ligueros sin derrotas les permite olvidar los cinco años seguidos, de 2008 a 2012, en los que sumaban comienzos por derrotas. En aquella ocasión perdieron ante el Getafe por 1-2 (2008), Barcelona por 3-0 (2009), Atlético por 4-0 (2010), Real Sociedad por 1-2 (2011) y Numancia por 2-0 (2012).

Aunque todo este trabajo defensivo debe tener continuidad en ataque. Y ahí es donde Scepovic, Santos, Castro y Viguera deben empezar a mostrar su pegada.