Hay partidos donde el resultado final, no refleja con exactitud lo sucedido sobre el terreno de juego. Y por ello no pocas veces, goleadas similares a la que el Sporting ha cosechado ante el Nástic, no se corresponden con la diferencia de juego entre los dos contendientes o los merecimientos de unos y otros. No ha sido este el caso. El 0-4 final que el equipo de Herrera ha rubricado en Tarragona, no hizo sino reflejar la abismal diferencia que se pudo ver, a lo largo y ancho de todo el encuentro entre ambos equipos.

Aunque a muchos no nos guste lanzar prematuramente las campanas al vuelo, justo sería decir, aunque sólo hayan transcurrido tres jornadas, que este Sporting va realmente en serio en pos del objetivo ansiado del ascenso. O como mínimo, parece ir en serio. Tres jornadas (dos de ellas a domicilio) en las que no se ha recibido ni un solo gol y por el contrario, se han anotado seis. Siete puntos de nueve. Que se queden otros con la media inglesa si quieren y que el Sporting se abone a esta nueva media: la ´media herreriana´.

Cierto que parece difícil que vayamos a encontrarnos con muchos rivales, que nos den las mismas facilidades que las ofrecidas por el Nástic. Pero aun así, es innegable que el equipo muestra una notable solidez defensiva, clave en todo equipo que en Segunda quiera estar arriba; y una pegada que ya hubiese querido alguno la temporada pasada.

Cuando algo funciona, lo mejor es no cambiarlo. Y tal vez por ello Herrera, decidió que el equipo que saltara al Nou Estadi de Tarragona fuera, con excepción de Álex Pérez por Quintero, el mismo que en la segunda parte frente al Lugo, desarboló a los gallegos. Y más importante que repetir casi los mismos nombres, fue el insistir sobre el mismo sistema. Un módulo táctico donde Carmona ejerce como magistral director de orquesta. El jugador mallorquín es puro lujo en esta Segunda División, tan sobrada de músculo pero tan falta de talento.

Ahora no queda sino mantener la racha de resultados, comenzando por el partido que el Sporting habrá de afrontar entre semana ante el Reus, correspondiente a la primera eliminatoria de la Copa del Rey. Será este próximo miércoles a las 20:00. Eliminatoria a partido único, conviene recordar. Y donde con toda probabilidad, el once titular nada tendrá que ver con el alineado en Tarragona. A pesar de ello, esta plantilla que Torrecilla ha confeccionado, parece lo suficientemente competitiva, como para que los supuestos reservas estén en situación de superar el envite. Es su oportunidad para reivindicarse por una parte y para asegurarse más minutos en la Copa, de no disponer de ellos en la liga.

A la espera de lo que hagan unos en la eliminatoria copera, otros tendrán ya puestos los cinco sentidos en el derbi que se avecina. En cierto modo, ha sido una fortuna que el equipo, merced al partido de Copa, vaya a estar fuera de Gijón en los próximos días. Podrá así abstraerse con más facilidad de toda la presión, que durante la semana se irá a buen seguro generando. Un derbi es siempre un derbi. Y más este después de tantos años sin disputarse. Pero será bueno recordar que aunque para algunos sean más que tres puntos, en realidad, a efectos clasificatorios, son exactamente eso: tres puntos. Ni uno más, ni uno menos. ¡Pero qué tres puntos!

Post Scriptum: empieza a ser una costumbre en el Sporting, que cada temporada haya alguna que otra disputa a la hora de lanzar un penalti. Estas cosas, conviene de verdad tenerlas más que habladas a priori.