La arquitectura herreriana surgió, como el nuevo proyecto del Sporting, en una etapa de transición. Se le considera la última fase del renacimiento y pronto dio paso al barroco. El Sporting de Paco Herrera emerge también como un proceso evolutivo, que diseñar los cimientos de un nuevo Sporting tras el hundimiento de la temporada anterior. El promotor de la obra es Miguel Torrecilla, quien ha administrado el presupuesto para adquirir materias primas y ha dirigido también la tarea de demolición de las ruinas del proyecto anterior. Pero el arquitecto jefe es Paco Herrera, quien levanta un sólido edificio con los materiales a su alcance. El Sporting herreriano presenta ya algunos rasgos de la personalidad de su entrenador.

Riqueza táctica.- Lo primero que hay que valorar del nuevo Sporting es su versatilidad táctica. No hay un esquema rígido, que atenace a los futbolistas. Hasta el punto de que Paco Herrera ha renunciado a su dibujo favorito, el 4-2-3-1, que ha caracterizado siempre a sus equipos, para evolucionar hacia un 4-1-4-1 que se adapta mejor a sus futbolistas. Hubo un primer intento que no acabó de convencer. No obstante, el técnico ya avisa de que lo cambiará en ocasiones.

Seguridad defensiva.- Es el rasgo más característico del Sporting de Paco Herrera y también del que más orgulloso está el entrenador. Tres partidos después, el Sporting se mantiene imbatido. A partir de ahí, comienza un crecimiento sostenido. Es en esta parcela dónde se aprecia un rasgo distintivo del propio Herrera, como es el carácter. En las redes sociales circulaba ayer entre los sportinguistas el vídeo de una de las últimas acciones del partido en Tarragona. En un córner a favor, Rubén García pifió un remate y los locales montaron una contra. El extremo cruzó el campo de costa a costa para ayudar a sus compañeros en la recuperación del balón, con cuatro goles a cero.

Carmona por dentro, Santos por fuera.- La versatilidad del Sporting no afecta sólo al sistema táctico. Paco Herrera ha cambiado también la ubicación de algunos de sus futbolistas. Cinco años después de su llegada al Sporting, Carmona ocupa al fin su posición natural. El equipo lo agradece. A cambio, el técnico, en una especie de efecto dominó, ha reconvertido a Santos en extremo izquierdo y ha cambiado de banda a Rubén García.

La pegada de un peso pesado.- El estilo herreriano se caracteriza por su desnudez decorativa, por el rigor geométrico, el equilibrio de las formas y la relación matemática entre los elementos. Así funciona el nuevo Sporting, que no es un equipo de andarse por la rama y, aunque en ocasiones maneja hermosos recursos técnicos, no se pierde en un juego de ornamentos. El Sporting va directo al gol y necesita de muy poco para conseguirlo. El equipo tiene la pegada de un peso pesado.

Una plantilla equilibrada.- Miguel Torrecilla le ha dado a Paco Herrera lo que cualquier entrenador sueña. Una plantilla amplia y equilibrada, con las posiciones dobladas y sin demasiadas diferencias entre los teóricos titulares y los suplentes en muchas demarcaciones. Herrera alineará el miércoles en la Copa a los menos habituales, pero lo hará con la intención de ganar más futbolistas para la causa. El técnico ha utilizado ya 19 jugadores en los tres primeros partidos. En Copa se producirán más debuts.

Una inercia positiva.- Dicen que el fútbol es un estado de ánimo y el Sporting ahora mismo es un equipo que se siente bien. Los futbolistas desbordan confianza y los resultados refuerzan los mensajes del entrenador. Puede decirse que el Sporting tiene ahora el viento de cola y avanza a velocidad de crucero. Desde el inicio de temporada, el equipo y el club en general, sólo ha recibido buenas noticias. Los envates llegarán y habrá que ver cómo se defienden en las malas.