El Sporting de Gijón pasó a la siguiente fase de la Copa del Rey, al vencer al Reus por la mínima (0-1). Los asturianos se bastaron de un solitario gol de Nacho Méndez, que entró desde el banquillo en la segunda parte. A pesar de las ocasiones y la superioridad tácita de los locales, los catalanes bien podrían haber eliminado a los visitantes. Y es que el combinado de López Garai falló dos penaltis. La primera, la echó fuera y la segunda, fue detenida por un acertado Whalley, cuando el resultado ya era favorable a los de gijoneses.

El conjunto de Paco Herrera presentó un once inicial con varios cambios con respecto al visto ante el Gimnástic de Tarragona. Whalley sustituyó a Mariño en la portería, pero la principal novedad fue la inclusión del brasileño Xandao entre los titulares. El central debutó en tierras catalanas con la camiseta sportinguista, formando paraje con el colombiano Samuel Quintero. También, Jordi Calavera, el joven lateral derecho tuvo sus primeros minutos en el equipo asturiano, así como Pedro Díaz.

El encuentro no empezó de cara para los intereses visitantes. Al poco de arrancar, una indecisión entre Whalley y Quintero provocó que el guardameta arrollase a Querol. Edgar Hernández fue el encargado de ejecutar la pena máxima señalada por el colegiado, pero su disparo no fue certero y se perdió a la derecha del meta. Tras el susto inicial, trató de reaccionar el Sporting. El equipo gijonés buscó progresar a través de la posesión del balón, pero enfrente el Reus era capaz de mantener la posesión.

Tras un par de jugadas interesantes, la primera ocasión por parte del bando asturiano llegó de las botas de Álex Pérez. El atacante se atrevió a disparar desde lejos y puso en aprietos a Roberto Santa María, que rechazó. Por la zona se paseaba Borja Viguera que olió la sangre y trató de adelantar a los suyos en el área pequeña. Pero de nuevo, el arquero catalán estuvo hábil para evitar el gol. La réplica del Reus llegó en forma de contraataque. Carbiá progresó por su banda, pero cuando ya pisaba el área se trastabilló y no pudo empalar.

Aunque el duelo era soso, las ocasiones iban llegando progresivamente. En un lanzamiento de falta, cerca estuvieron los rojiblancos de ponerse con ventaja. Pablo Pérez fue derribado en la frontal del área y en el consiguiente lanzamiento de Álex López, otra vez Santamaría tuvo que esforzarse para evitar el gol. Unos cuantos minutos después, Viguera chutaría desde el primer palo, aunque sin acierto.

La escuadra de López Garai conjugaba todo su peligro desde los extremos. Fue desde la banda derecha desde donde llegó el centro con el que Edgar, al primer toque, quiso perforar las mallas de Whalley. Ese sería la última aproximación antes de que el colegiado decretase el final del primer tiempo.

Un cambio decisivo

Tras el intermedio, Paco Herrera movió el banquillo. Pedro Díaz dejó su sitio a Nacho Méndez que recién ingresado, se convirtió en uno de los protagonista del encuentro. Fue el centrocampista el que adelantó a los asturianos, culminando un centro desde la banda de Pablo Pérez que prolongó Borja Viguera con la testa. Méndez apareció en el segundo palo para fusilar a Santamaria y abrir el camino a la siguiente fase.

Pero el Reus no había dicho la última palabra. Y de hecho volvió a tener la oportunidad de empatar desde los once metros. Carlos Castro, en una jugada un tanto rocambolesca, derribó a Querol. El encargado esta vez de disparar desde el punto de penalti fue el ex del Sporting Álex Menéndez. Pero enfrente Whalley le adivinó las intenciones y detuvo el lanzamiento, dejando intacta la ventaja.

La salida de Carlos Castro por Moi Gómez fue el evento más noticioso que tuvo lugar en la segunda mitad. Durante buena parte de los segundos cuarenta y cinco minutos, ni el Sporting ni el Reus fueron incapaces de inquietar en demasía a sus respectivos porteros. Acercamientos, córners y algún que otro disparo desde fuera eran las opciones que se ponían sobre el césped del Municipal. A falta de cinco minutos para el final, los catalanes, conscientes de que ya no tenían nada que perder, se fueron en búsqueda de la prórroga. Pero Paco Herrera echó el cerrojo y en el 87 realizó su último cambio, relevando a Pablo Pérez por Federico Barba.

Al final, victoria del Sporting que espera al Real Oviedo en la próxima jornada de liga. En lo positivo, los asturianos siguen contando todos sus partidos por victorias, a excepción del debut ante el Alcorcón, en el que empató. Y a mayores, no han encajado un gol en ninguna de las dos competiciones oficiales. Una fortaleza que será clave para lograr el ansiado objetivo a final de temporada. En el debe de los de Paco Herrera, no parece muy saludable conceder dos penas máximas. No siempre se va a tener la suerte de que el rival las falle. El sábado habrá que prestar atención especial a ese apartado. Pero hay unos cuantos días aún para planificar el partido más esperado de los últimos 14 años.