La fiabilidad del Sporting comienza en su faceta defensiva y no tiene mayor premio por la dificultad que ha encontrado en dar continuidad a su apuesta con balón. La estadística avala la teoría de Herrera tras el derbi, en la que el técnico vio en la falta de profundidad una de las principales causas de las reiteradas pérdidas de balón de los suyos. Los rojiblancos sumaron ante el cuadro azul su menor cifra de pases en un partido (325), e igualaron el peor balance de posesiones perdidas (155). Fue la misma cifra que en Alcorcón, donde tampoco se pudo pasar del empate. Las fortalezas se encuentran en dos detalles. No ha necesitado rematar más que sus rivales para puntuar en todas las jornadas y siempre ha recuperado más balones que el contrario.

El fútbol va más allá que la a veces traicionera estadística, pero nunca está de más intentar cuantificar las sensaciones. El Sporting refleja en sus números una solvencia en algunas facetas del juego que ayudan a explicar su condición de invicto. El Alcorcón, con 61 balones recuperado, fue el único en igualarles en esa faceta de sus cuatro rivales, hasta el momento. Fue también ese partido en el que más pases utilizaron los de Herrera, 421, aunque este dato no siempre lleva aparejado que sean invertidos para que se traduzcan en peligro de cara al marco rival.

El nuevo Sporting comienza a descubrirse como un conjunto eficiente en labores de contención y que exprime sus recursos arriba. En todos sus partidos remató menos que el contrario. De los cuatro que hizo entre los tres palos ante el Lugo, dos terminaron dentro, y de los seis en Tarragona, se fueron a la red cuatro. Con todo esto sólo se quedó sin hacer gol en Santo Domingo. Y si se mira hacia la portería propia, sólo hubo que lamentar el tanto de Toché en el derbi, y aún así, el equipo volvió a puntuar.

En el debe de Herrera está el haber dejado escapar un partido controlado como lo fue el disputado ante el Oviedo. La evolución del equipo pareció detenerse durante un segundo tiempo que ofreció las primeras dudas tras casi un mes de competición. Los números muestran alguna de las soluciones que el técnico ya cazó al vuelo. El Sporting necesita más balón.