El Numancia goleó al Sporting de Gijón (3-0) con un protagonista destacado, Pablo Valcarce, que firmó dos goles de bella factura en un partido en el que el equipo asturiano nunca terminó de reaccionar.

Los dos equipos saltaron a Los Pajaritos con la lección bien aprendida. Y los primeros minutos, hasta el primer tanto de Pablo Valcarce, fueron de mucha táctica, con el Numancia buscando sorprender a la defensa sportinguista con balones largos en diagonal y el Sporting dejándose querer en la medular para robar y salir con velocidad a la contra.

Pero un golazo de Pablo Valcarce (min. 13) rompió los papeles y al Sporting tuvo que adelantar líneas, lo que aprovechó para replegarse y buscar los balones al hueco, en especial por la banda de Marc Mateu, cuyo centros al área llevaron siempre peligro.

El Sporting apenas inquietó a la defensa rojilla salvó un centro-chut de Santos, tras ganar la espalda al central Escassi (min. 25) que no encontró un compañero.

Y llegó el segundo gol merced a una presión que realizó Diamanka en el vértice del área grande. Robó y forzó un saque de esquina con su remate. Y en la jugada siguiente un centro envenenado lanzado por Iñigo Pérez al primer palo, permitió a Escassi remachar el despeje en corto del guardameta Whalley (min.31).

Pere Milla, el goleador rojillo en el inicio de temporada, se lamentó minutos después de desperdiciar un remate franco que se le fue a las nubes (min. 39).

Tras la reanudación, el Sporting adelantó de nuevo líneas en busca de acortar distancias y meterse en el partido. Carmona fue el primero en intentarlo con un remate desde la frontal (min. 49) que encontró los cuerpos de Ripa y Escassi.

Viguera, diez minutos después, remató de cabeza demasiado blando, a las manos de Aitor Fernández. Carmona, de falta directa(min. 55), se encontró a un buen colocado Aitor.

El Numancia sentenció el duelo con otro gol de Pablo Valcarce, que amortiguó un centro y dio un toque sutil para superar al meta Whalley (min. 65).

La lesión de Ripa, en un encontronazo con un rival, terminó de enfriar los ánimos de los dos equipos, que dieron por cerrado el partido.