Tan sólo la decepción por la dura derrota y la mala imagen del equipo, apagó la ilusión de la Mareona y estropeó una fiesta de sana convivencia. Lo más llamativo de la primera oleada de la Mareona fue la numerosa presencia de guajes que se mezclaron con los veteranos aficionados clásicos.

El "Otoño musical soriano" acogió con buena sintonía los cánticos de la Mareona, que alegraron el centro soriano desde primera hora de la mañana. La calle de El Collado y la Plaza Mayor y sus aledaños se tiñeron de rojiblanco a la hora del vermú, mientras una significativa batería de autocares procedentes de Asturias y de otras latitudes nacionales se alineaba en el exterior de Los Pajaritos. Es singular este campo soriano que coge a desmano de la ciudad, por lo que las aficiones remolonearon por los establecimientos del centro estirando la sobremesa.

La primera gran oleada de la Mareona inundó Soria en una jornada más propia del otoño castellano. Medio millar largo de sportinguistas no se dejaron engañar por el fulgor de un sol que deslumbra pero no calienta. Lo que comenzó como un localismo aislado se ha expandido ya por todo el territorio nacional y ayer en Soria, además de los aficionados procedentes del Principado, se congregaron peñas sportinguistas de Madrid y León, fundadas por asturianos que residen en estas ciudades y que han ido reclutando para la causa a amigos y familiares en una especie de proselitismo rojiblanco que gana adeptos para la causa.

Ya con la Mareona ocupando un lateral de uno de los fondos de Los Pajaritos, la afición rojiblanca arropó a los futbolistas y mostró una sensibilidad especial con el portero aragonés Óscar Whalley, que disputó su primer partido de Liga con el Sporting en su segunda temporada en el club. Mientras, la noticia de la titularidad de Borja Viguera en detrimento de Scepovic circulaba como la pólvora.

La Mareona, además del público habitual, deja historias singulares, como la del gijonés afincado en León Ramón Rodríguez, fundador de la peña El León Rojiblanco, que junto con su hijo José Ramón viaja cada domingo a El Molinón para ver al Sporting. Ayer les acompañó toda la familia.

Aunque Pablo Álvarez no lo recordará, su familia siempre tendrá presente que esta fue su primera Mareona. El bebé de pocos meses fue un aliciente más para que toda la familia se desplazase a Soria. Alberto Álvarez y Bibi Cuenca, estuvieron acompañados también por Marcos González y Patricia García.

Para viaje escolar el que se pegaron dos matrimonios amigos desde Huerres en Colunga. Cuatro adultos y seis niños se echaron a la carretera para arropar al Sporting. Iván Álvarez y Cristina López podría formar un equipo de fútbol sala femenino con sus hijas Carla, Claudia, Martina, Daniela y Marta. Junto a ellos viajaron David Manso y María Azcano, con su hijo Pablo.

No faltó tampoco la sección femenina. Hace tiempo ya que el fútbol en general y el Sporting en particular dejó de ser cosa de hombres. Laura Martínez, Paula Guisasola, Lucía Hinojosa y Marta Loredo, de la peña sportinguista Matagigantes, se divirtieron por su cuenta.