El día que el gol cumplió 68 años, al Sporting se le marchitó el fútbol. Estuvo tan apretada la victoria que no hubo tiempo para dedicársela al mejor futbolista de la historia club. Quini sufrió en el palco, como el resto de aficionados, a un Sporting otoñal, que se vio comprometido en su campo por el buen gusto futbolístico de un Lorca sin pegada. No queda ni rastro de aquel equipo ilusionante de las primeras jornadas. Al Sporting siempre le ha faltado fútbol. Ahora también las áreas se han vuelto resbaladizas. Mariño fue el héroe en la propia, con algunas paradas sobresalientes. Arriba, se ha perdido el filo y el equipo necesita llegar mucho para definir.

Lejos de alejar las dudas sembradas en el derbi, la primera visita del modesto Lorca a El Molinón hace tiritar los cimientos del proyecto. El Sporting ganó, que es de lo que se trata, y mantuvo su portería a cero de nuevo, pero la sensación que queda es amarga. El equipo no se siente fuerte, ni seguro. Ya se sabe que la categoría no consiente paseos triunfales, pero el Lorca sacudió al favorito Sporting sin un mal gesto, sin una patada innecesaria y con una propuesta valiente y elegante. Un síntoma que facilita el diagnóstico es que los de Curro Torres terminaron el choque con una defensa de tres elementos y el Sporting con cinco atrás. En distintas fases, los rojiblancos usaron hasta tres sistemas diferentes y Carmona, apagado ayer, ocupó tres demarcaciones distintas.

El gran asunto antes del encuentro era el debate en la portería. El político dominó al entrenador y Paco Herrera escogió de nuevo el camino más fácil. Le faltó valentía para alinear al guaje, al que expuso al calentamiento en El Molinón. Mantuvo a Mariño, que justificó la confianza del técnico, y señaló a Whalley dejándolo fuera de la lista y contradiciendo el argumento esgrimido hace una semana en Soria. Es cierto que Mariño se ha ganado un respeto y que no ha dado motivos para la desconfianza, pero en un club como el Sporting no se le pueden poner diques al mar y alinear a Dani Martín hubiera sido un gesto muy valorado por El Molinón. La supuesta salud del vestuario volvió a condicionar una decisión discutible del técnico.

La gran actuación de Mariño desactivó el problema, pero alimentó las dudas. No es buena señal que el portero del Sporting tenga tanto trabajo ante un recién ascendido a Segunda División. Es cierto, que el Sporting también tuvo las suyas y que Dorronsoro cuajó una estimable actuación, pero los rojiblancos derraparon de atrás, fueron blandos en todo el campo y consintieron ocasiones muy claras a un Lorca que salió asustado y se fue viniendo arriba. Lo importante es que el equipo ha vuelto a ganar, ha mantenido la puerta a cero y ha enderezado el rumbo. Los puntos son un bálsamo que no disimula las dudas.

Sorprendió también Herrera sacrificando a Moi Gómez, al que tanto había añorado en Soria, en beneficio de una variante táctica. El técnico recuperó el 4-2-3-1, con Álex López y Sergio en el doble pivote. El matiz fue que Rubén García flotó por dentro y Carmona salió como falso interior en la derecha, pero dejando todo el carril para la llegada en velocidad de Calavera, que acabó siendo un extremo en la variante ofensiva del dibujo.

A pesar de la sensación pestosa que transmitía el equipo, lo cierto es que el Sporting llegó mucho en la primera mitad. Scepovic fue el gran protagonista. Primero no alcanzó a un centro de Calavera, luego le anularon un gol por fuera de juego, de nuevo tras un pase del lateral, y finalmente estuvo cerca de sorprender a Dorronsoro en un centro-chut que se fue envenenando. La gran ocasión del Lorca en la primera mitad llegó en un desajuste defensivo. Manel Martínez se descolgó a la línea de tres cuartos para recibir el balón, Barba salió a la presión y el delantero tiró un pase vertical al espacio que debía ocupar el italiano. Canella falló en la cobertura y Nando, solo en boca de gol, no encontró portería.

El susto despertó al Sporting y ofreció sus mejores minutos. Un pase picado de Sergio lanzó a Canella quien embazó al portero con un remate duro. Un gran pase interior de Rubén para la carrera de Santos, trajo una clara ocasión. Lejos de vencerse, Dorronsoro aguantó y achicó el ángulo al uruguayo que dejó atrás para Carmona. Pomares llegó a tapar su disparo. El balear ejecutó ese córner y Álex Pérez cabeceó al larguero.

Como el buen fútbol tiene premio, el gol del Sporting llegó en la mejor jugada combinativa de los rojiblancos y fue fruto de la paciencia de Sergio. El avilesino oyó murmullos al girarse dos veces sobre sí mismo para no perder el balón al no tener un pase claro, y encontró finalmente a Álex López que abrió a la llegada en carrera de Calavera. Su centro raso, muy de su gusto, lo recibió Santos, quien dejó de tacón para Scepovic. De espaldas a portería, el serbio aguantó hasta que Dorronsoro lo derribó.

Al inevitable debate sobre el lanzador se unió Carmona. Al igual que Cavani hace unos días tras discusión con Neymar y Alves, el balear falló. Mientras el Lorca celebraba la parada máxima, Canella se hizo con el rechace y centró al primer toque para la llegada de Rubén García que cabeceó a la red. Un gol de listos.

El Lorca incrementó la presión y fue ahí cuando emergió Mariño. El gallego salvó la ventaja con una mano milagrosa en un remate a quemarropa de Manel Martínez y rechazó otro disparo a bocajarro de Dani Ojeda. En estas ocasiones, se le fue la vida al Lorca. Los murcianos arreciaron su dominio, pero ya no generaron más ocasiones manifiestas, mientras que el Sporting recuperaba el orden e intentaba sorprender a su rival a la contra. Hubo algunas llegadas, casi siempre de Carmona, pero fue más fuego de artificio que real.

El Sporting salva los muebles y se toma un respiro con una victoria balsámica que debe interpretarse como un trampolín sobre el que crecer. Hay mucho que corregir y Paco Herrera lo tendrá más fácil si lo hace con resultados favorables. El gran problema de los rojiblancos sigue estando en la falta de fútbol, un mal para el que el técnico no encuentra solución. La visita a Pamplona elevará el nivel de exigencia para un Sporting que necesita de un gran resultado que afiance su proyecto y despeje las interrogantes.