Tras la victoria lograda frente al Lorca, en un partido para olvidar por el juego desplegado, pero a la que los resultados posteriores a la misma, han otorgado el valor que tiene ser líderes (aunque sea a estas alturas de temporada), llega un partido como el de Pamplona, contra un rival y en un escenario que a muchos sportinguistas queramos o no admitirlo, nos pone los pelos de punta. El recuerdo de Soria con el Numancia pasando por encima de nuestro equipo, está demasiado reciente como para haberlo olvidado tan pronto. Y si nos atenemos a las estadísticas, estas nos dicen que la última victoria en el estadio pamplonica fue en la temporada 2008-2009, con Don Manolo Preciado en el banquillo.

La afición quiere creer que este equipo es capaz de conseguir lo que hacen los buenos equipos con un aún mejor entrenador a la cabeza: aprender de los errores cometidos y no tropezar en la misma piedra dos veces. Este domingo veremos si el Sporting pertenece a esa categoría o si por el contrario, pertenece a la de los equipos que acabarían antes por romper la piedra a fuerza de chocar contra ella, antes que sortearla.

Por otra parte, la semana ha venido marcada por la oportunísima rueda de prensa del Director Deportivo de la entidad: Miguel Torrecilla. Oportunísima más que nada por el momento escogido. Quién sabe si de haber sido otro el resultado en la última jornada, se hubiera igualmente llevado a cabo. Pero es ahora es lo de menos. Lo de más es que según Torrecilla, podríamos afirmar acerca de los fichajes de los que él fue único responsable, aquello de que 'todo el mundo es bueno'. Valoraciones positivas para todos ellos, aunque con la coletilla añadida (según sus propias palabras) de que "siempre hay que tener la exigencia de mejorar la plantilla". Habrá que esperar hasta el mercado invernal, del que el Director Deportivo se confiesa receloso, para comprobar si la exigencia se transforma además en urgencia. Confiemos en que no sea así porque sería una muy buena señal.

Preguntado por último sobre las críticas desde ciertos sectores sportinguistas, por la escasa participación de la cantera en este proyecto, Torrecilla se enrocó en la continuidad este año de tres nuevas caras durante los entrenamientos con el primer equipo, productos todos ellos 'Made in Mareo'.

A estas alturas de la película y con el culebrón que hemos vivido en los últimos veinticinco años, difícilmente alguien pudiera ahora pedir a Torrecilla que diseñara de la noche a la mañana, un proyecto basado en Mareo. El ascenso es el fin que hoy por hoy justifica todos los medios. Pero muchos sportinguistas desearían que una vez alcanzado, sirviera como piedra angular para la construcción de un equipo con marcado ADN rojiblanco. En tres o cinco temporadas, ver sobre el campo a seis o siete jugadores canteranos, no debería ser una utopía. Porque de lo contrario, habría que plantearse seriamente otro modelo de club.

Volviendo al partido del domingo en Pamplona, y de cara al mismo, el míster Paco Herrera ha manifestado en su última rueda de prensa, que aún quedan cosas que mejorar en el equipo y que éste tiene mucho margen de mejora. Afirmaciones por otro lado que no se cansa de repetir, antes y después de los partidos. Si para Torrecilla sus fichajes merecen casi un notable, se diría que con Herrera, aún no se han hecho acreedores a mucho más de un aprobado alto.

Bromeó Herrera cuando al asegurar que este equipo acabará jugando 'redondo', aclaró que no quería decir que fuera a jugar Redondo. Aunque eso no estaría tan mal: un Redondo en el equipo. Y no digamos ya si jugara también un Quini.

Sobre el famoso tema de los penaltis, ha explicado Herrera que para Pamplona y para próximos encuentros, lo tendrán más preparado. Habrá así un jugador de los tres lanzadores predeterminados, que será el encargado de ejecutar la pena máxima en el caso de estar sobre el campo. De no ser así, se entiende que correrá el turno. Por algo se empieza. Sólo falta que luego se finalice por transformarlo.

A la espera de conocer la disponibilidad de Santos para viajar con la expedición rojiblanca (debería poder llegar a tiempo), sí que se confirma que será Whalley quien se siente en el banquillo como portero suplente. Parece la mejor solución una vez tomada la decisión de mantener a Mariño como primer portero.

Y como era de prever, la Mareona una vez más acompañará a dicha expedición. Y con un único pensamiento en su cabeza: que no se repita lo de Soria. Porque si como dice la canción "a Pamplona hay que ir con una media", de Pamplona lo que hay es que venir no con un calcetín, sino como mínimo con un 'puntín'. Que la única media que aquí interesa es la inglesa.

Post Scriptum: ¿existe dentro de todo el staff técnico la misma convicción sobre la indiscutible valía de este grupo de jugadores, como la que manifiesta en público Herrera?