Tras encadenar dos victorias consecutivas, el Sporting vuelve a El Molinón apenas seis días después de su última aparición, con el serio convencimiento entre sus filas de que no hay dos sin tres. Lo hará en un día y horario malo donde los haya, aunque no por ello dejará de haber con toda seguridad una gran entrada en el estadio.

En una semana donde eran de prever rotaciones, las bajas que se han ido acumulando quizás no permitan a Herrera llevar a cabo todas las que hubiera querido realizar a priori. Con la recuperación de Santos a última hora, se soluciona en parte la carencia que existía para la banda izquierda tras la lesión de Canella en el Reino de León, y que fue solventada situando a Isma en el lateral, con Moi por delante del navarro.

No sería por ello de extrañar que Herrera apostara por un once muy similar al que lograra doblegar a ´La Cultu´ tras las lesiones de Lora y Canella. Sería así el formado por Mariño en portería; Calavera, Barba, Alex Pérez e Isma en defensa; doble pivote defensivo con Bergantiños y Sergio; por delante línea de tres para Carmona, Rubén García y Moi, quedando Scepovic como referencia de ataque.

Enfrente, nada menos que el Huesca de Rubi, quien a buen seguro vendrá no con una espina clavada, sino con toda una corona de ellas en su cabeza. Un equipo que en honor a la verdad, está haciendo un gran inicio de temporada y que se ha visto empañado en parte justo en esta última jornada, cuando el Reus consiguió arrancarles un punto en el tiempo de descuento. De no haber sido así, hubieran llegado a Gijón con los mismos puntos que los rojiblancos. Rival por tanto muy a tener en cuenta y con el que habrá que jugar desde el primer instante muy concentrados y presionando (cuanto más arriba mejor) como se hizo en el Reino de León.

La condición de favorito que las casas de apuestas dan al Sporting en la previa al partido, no debería inducir al engaño. Por más que se corra el riesgo de caer en la reiteración, en esta Segunda cualquier equipo es capaz de pintarte la cara a poco que te descuides. Y el Huesca lejos de ser la excepción, es uno de esos equipos "traicioneros" donde los haya. Equipos que puede que no tengan el nombre de un Zaragoza, Valladolid, Osasuna o Granada, por citar cuatro ejemplos. Pero que tienen los mimbres suficientes para amargarte el día.

Una vez acabado el partido, probablemente volverá a debatirse sobre si se jugó mejor o peor. O si directamente no se jugó. Pero si es con tres puntos más en la mochila, todos debatiremos seguro mucho más felices. Ese ha de ser el principal objetivo. Ahora sólo queda conseguirlo. ¡Vamos Sporting!

Post Scriptum: desvelado finalmente el misterio que suponía la tercera equipación, como siempre ocurre en estos casos, ha habido opiniones para todos los gustos. Hay incluso dentro de la cachonda afición sportinguista, quienes aplauden con cierta dosis de ironía y sarcasmo un presunto homenaje (en estos tiempos que corren), a la Guardia Civil. Sin olvidarse que es también el azul marino el color que manda en el uniforme de la Policía Nacional.