Pocos partidos encontrará el Sporting más cómodos que el que a la postre resultó ser el disputado contra el Almería. El conjunto andaluz llegaba a Gijón con numerosas bajas y sumido en una pésima racha de resultados, a la que ha sido incapaz de poner freno en El Molinón.

Si bien en honor a la verdad, el equipo entrenado por el que fuera jugador del Real Madrid, Luis Miguel Ramis, intentó dentro de sus posibilidades poner en algún aprieto al Sporting, la realidad es que apenas llevó peligro a la portería defendida por Mariño. Pero esa misma realidad nos lleva a reconocer que tampoco es que el Sporting creara muchas ocasiones.

La diferencia estuvo en que de las cuatro o cinco ocasiones de gol que dispuso el Sporting, marcó dos. Y de estas dos, la primera de ellas en su primer tiro a puerta; justo cuando se cumplía el primer cuarto de hora. Buena apertura de Carmona a Calavera, preciso centro de éste y aún más certero remate de Santos. En el fútbol cuando las cosas se hacen bien, parece hasta que son más sencillas.

Victoria por tanto sin mucho brillo, pero a fin de cuentas victoria; que no es poco. Pero hizo bien Herrera en reconocer que no había sido un buen partido, como respuesta a la primera pregunta formulada en la rueda de prensa posterior al encuentro. Lo contrario hubiera sido negar la evidencia. Del mismo modo que fue innegable que durante toda la segunda parte, el Almería dominó a un Sporting encerrado atrás a la espera de una contra con la sentenciar definitivamente el envite. Sin embargo, únicamente dispuso de una -clamorosa eso sí- que Isma no supo definir al pecar de un exceso de confianza o lentitud a la hora de resolver.

Como era de esperar, al míster rojiblanco se le preguntó por la suplencia de Scepovic. Su presencia de inicio en el banquillo, contrastaba con la titularidad de Borja Viguera. Respecto al serbio, el técnico catalán intentó salirse por la tangente con apreciaciones un tanto particulares, pero ya escuchadas en el fútbol. Y es que bien parece que la tristeza no es un mal que afecte únicamente a los más comunes trabajadores. Sólo queda cruzar los dedos para que alguien sea capaz de alegrarle la vida al jugador balcánico. Y si Herrera no encuentra la forma, siempre puede recurrir a Quini. Pocos como El Brujo para alegrar un vestuario.

En lo que se refiere a Viguera, Herrera dijo estar satisfecho con su rendimiento. Lo cierto es que parece que le ha mirado un tuerto a quien fuera en su día máximo goleador de esta misma Segunda División que ahora le niega cruelmente el gol. Tanto es así que en la jugada del segundo tanto sportinguista, de no mediar el error de bulto del jugador almeriense al introducir el balón en su propia puerta, allí supuestamente hubiera estado Viguera para empujarla a placer. ¿Quién sabe?: lo mismo hasta le hizo un favor ahorrándole el trabajo y la posibilidad de fallar lo imposible.

El que por el contrario está en un momento más dulce que un tocinillo de cielo es Mariño. Ese remate a bocajarro en las postrimerías del partido del aplaudido Pablo Caballero y que le golpea en el cuerpo cuando el portero gallego hace casi ademán de retirar la cara, es la mejor prueba de ello.

En resumen: se ha vuelto a ver a un Sporting más práctico y efectivo que vistoso. Pero ya habíamos quedado que es de lo que se trata en esta categoría. Sumar y seguir sumando: esa es la cuestión. Son ya 14 de 18 puntos posibles los conseguidos en casa, que es donde los equipos han de cimentar sus opciones de ascenso. A partir de ahí, fuera, ´rascar´ lo que se pueda.

Y por otro lado se mantiene también el dato para la estadística: siempre que el Sporting lograr marcar más de un gol, no sólo gana el partido sino que además lo hace manteniendo su portería a cero.

Así que con la felicidad que otorga en estos momentos mirar en el móvil la clasificación, no queda sino desear que en Reus, en un campo donde el equipo ya consiguió vencer esta temporada en partido correspondiente a la Copa del Rey (con gol por cierto de Nacho Méndez), el Sporting pueda encadenar su sexta jornada consecutiva sin perder. Que tampoco sería poco.

Post Scriptum: de cara a los entrenamientos de esta próxima semana, ¿quiénes serán los jugadores del filial elegidos para contentar a los aficionados más nostálgicos de aquellos tiempos pasados donde Mareo era el Sporting y el Sporting era Mareo?