El cambio de rol no le ha ayudado, todavía, a reconciliarse con el gol. Borja Viguera encadenó ante el Reus su segundo partido titular en Liga, por primera vez en la temporada, sin poder zanjar una racha negativa que le persigue desde hace casi un año. El último tanto del riojano fue el 29 de noviembre del año pasado, ante el Eibar, en Copa del Rey. Desde entonces ha participado durante 688 minutos, la gran mayoría saliendo desde el banquillo, en los que no ha podido encontrar el premio que le llevó a ser el Pichichi de la categoría de plata en 2014.

Paco Herrera quiere recuperar para el Sporting al Borja Viguera que maravilló en el Alavés. Una apuesta que ha mantenido a costa de los interrogantes que han provocado mantener a Scepovic en el banquillo, autor de tres tantos en el inicio liguero. La posición en la que ha venido actuando en los últimos tiempos tampoco ha ayudado al riojano. Viguera inició la campaña ejerciendo de extremo izquierdo y en los últimos dos encuentros partió dos pasos por detrás del hombre más adelantado, Michael Santos, cuando donde mejor rendimiento ha mostrado a lo largo de su carrera ha sido ejerciendo de ariete.

El entrenador del Sporting sigue peleado con la búsqueda de una fórmula que acabe de encontrar acomodo a la pólvora de la que dispone arriba. El técnico rojiblanco parece reacio a jugar con dos delanteros en línea, opción que podría resultar más cómoda para Santos, Viguera, Scepovic y Castro, a falta de medir las consecuencias que traería en lo defensivo.