"Sigo teniendo claro que somos un serio candidato al ascenso y que lo vamos a conseguir, sea de una manera o de otra". Paco Herrera no rebaja el listón de exigencia tras la derrota en Reus y descarta una revolución en el equipo similar a la que se vivió tras los tropiezos en Soria y Pamplona. "Ahora no es ésa la situación", advierte el técnico catalán para admitir que "al principio no encontraba el equilibrio". Paco Herrera considera que "ya nos hemos asentado y debemos continuar con esto". El preparador del Sporting se atreve a lanzar un pronóstico optimista con vistas al final de temporada: "Los equipos que yo entreno crecen al final. Los números dicen eso".

El Sporting afronta ahora dos partidos consecutivos en El Molinón ante Valladolid y Cádiz con el objetivo de asentarse en la zona alta de la clasificación y de volver a puestos de ascenso directo. Lo que Paco Herrera ve más complicado es abrir brecha con el séptimo clasificado. "Este año es más complicado abrir hueco. Estoy viendo la mejor Segunda División, en los primeros diez equipos, que he visto nunca", argumenta el entrenador del Sporting. Herrera entiende que los gallitos de este año se pueden comparar a los de cualquier otra temporada, lo que le parece llamativo es que "haya ocho o diez equipos de este nivel".

El próxima rival de los rojiblancos no será un equipo cualquiera para su entrenador. "Está muy reciente", bromea Paco Herrera, quien intentar restar dramatismo al encuentro. "La temporada pasada entrenaba al Valladolid y claro que se juntan una serie de situaciones en el corazón de uno que hacen que lo valores como algo especial. Es un partido distinto", sentencia el técnico. Herrera dedica unas palabras elogiosas a su exequipo y a la ciudad que lo acogió durante una temporada: "Todo lo que tengo hacia Valladolid es cariño, he tenido un trato magnífico, he estado en una ciudad maravillosa e hicimos un gran esfuerzo para construir el equipo". Herrera detalla que cuando llegó a Pucela sólo había tres jugadores y que tenían el cuarto presupuesto más bajo de la categoría. Con todo, el técnico remarca que "es un club tranquilo, en el que se puede trabajar bien". Herrera descartó cualquier enfado del presidente pucelano Carlos Suárez por su marcha al Sporting. "Tenemos una relación muy buena, él sabía que yo no debía continuar en Valladolid", aclara.

El entrenador del Sporting conoce a su rival, del que asegura que "es un equipo con unas características muy distintas a los demás. Monta los laterales muy arriba, hace que los extremos se metan por dentro y acaba con una defensa de tres". Un juego que podría favorecer los contragolpes del Sporting, aunque el técnico lanza un mensaje preocupante: "No tengo muy claro que seamos un gran equipo a la contra, por lo menos de momento, ya me gustaría que fuera así. La contra necesita de mucha precisión y nosotros confundimos los papeles y usamos la urgencia".

La presencia en el ataque del Valladolid del máximo goleador de la categoría, Jaime Mata, al que Herrera dirigió la temporada pasada, no altera los planes del técnico. "Me hace pensar que debemos tener una defensa de calidad, con los jugadores que tienen que defender, no metiendo el autobús atrás", señala. Herrera cree que el Valladolid "es un equipo que llega mucho y rápido", por lo que "no tenemos que cambiar nuestro estilo para poder atacar con la gente de arriba".