Rubén Baraja se hizo esperar. El inicio de su primera sesión al frente del equipo estaba programado para las cinco y media de la tarde, pero el técnico quiso mantener antes un primer contacto con sus futbolistas. Por el césped se dejaron ver sus auxiliares, José Ramón Rodríguez, Manu Poblaciones y Diego Tuero, superviviente a la marcha de dos cuerpos técnicos, para preparar el campo de entrenamiento. Cuando la puerta del vestuario se abrió a las seis y cuarto de la tarde, la expectación era máxima. Unos doscientos aficionados esperaban la puesta en escena del nuevo entrenador, que fue recibido con aplausos. El silencio siguiente fue roto por alguna salida de tono: "A ver si espabiláis ahora, vagos". Algunas voces se hicieron oír para increpar a los futbolistas.

Más allá de esos incidentes aislados, la primera sesión de Baraja discurrió con rumbo estable. Lo primero que llamó la atención fue la presencia de siete guajes del equipo filial, un dato que se vio favorecido por la plaga de lesiones que asolan al Sporting. Dani Martín, Juan Rodríguez, Adri Montoro, Cristian Salvador, Nacho Méndez, Pedro Díaz y Bertín comenzaron ayer a ganarse una oportunidad en el primer equipo.

"Tac-tac, sólo se oye la bola". La voz de Rubén Baraja se oyó grave durante toda la tarde. El entrenamiento se prolongó durante 75 minutos en los que el que fuera internacional español fue deslizando consignas: "Ayudo Al compañero"; "no bajo la concentración"; "es muy importante no tomar malas decisiones"; "ojo a los centro laterales"; "es muy importante la ayuda de los mediocentros"; "no es echar el culo atrás, es sacar la línea para la presión".

Fue sólo una toma de contacto entre el nuevo cuerpo técnico y la plantilla, pero Baraja ya mostró algunas pinceladas que definen su estilo de juego. El técnico enseñó un 4-2-3-1 en el que concede una importancia máxima al equilibrio. Baraja insiste en que siempre defienden la línea de cuatro, los dos pivotes y uno de las bandas. "Siempre equilibrio, defendemos 4 y 3", repite. Para atacar quedan el delantero, el segundo punta y una incorporación.

En cuanto a la distribución de los futbolistas (aunque hubo muchos cambios) algunos apuntes interesantes. Baraja probó con un ilusionante doble pivote formado por Moi Gómez y Nacho Méndez. En otra ocasiones formaron juntos el luanquín y Álex Pérez. También mantuvo a Juan Rodríguez en el lateral derecho y en ataque probó con una ambiciosa vanguardia con Scepovic como delantero centro, Carlos Castro de enganche, Carmona en la derecha y Michael Santos en la izquierda. Como curiosidad, Cristian Salvador actuó siempre como central.

Cerca ya del final del entrenamiento, Baraja, que gusta de tener siempre un balón en la mano, se acercó a la banda y un aficionado le gritó: "Vamos, Pipo, dales caña".