En una junta de accionistas de cinco horas de duración, con el perfil económico más bajo de los últimos años y en la que no hubo contestación a las cuentas, Javier Fernández presentó a sus accionistas lo que él mismo ha dado en llamar "deuda técnica cero" tras estar al borde la quiebra por una deuda superior a los 37 millones. El máximo accionista anunció también el fin del proceso concursal y desveló que "comenzaremos a dar los pasos judiciales necesarios para el cierre del concurso de acreedores". El tercer pilar económico que sustentó el discurso del mandatario fue la situación de patrimonio neto positivo, con lo que el club ya no está en causa de disolución por primera vez en una década. "Estoy muy orgulloso de presentar estas cuentas, uno se siente bien", confesó Javier Fernández en respuesta a Diego del Valle, presidente de "Tu fe nunca decaiga", quien le reprochó que sacase pecho.

No hubo objeciones a las cuentas del Sporting que, sin embargo, registraron algunos votos en contra, pero Javier Fernández no escapó de las críticas de unos accionistas que le reprocharon la gestión del club desde que su familia se hizo con el control de la entidad. "¿Quién generó la deuda?", le espetó Begoña Pañeda, en representación de La Norte 5. Fueron varios los accionistas que le preguntaron a la propiedad por una posible venta del club y por una ampliación de capital. Javier Fernández esquivó el asunto de la venta y zanjó que "no procede" la ampliación. El grueso de los reproches a la mesa presidencial se centraron en la falta de una filosofía clara de apuesta por Mareo y en la pérdida de identidad del club, que llegó a formar dos alineaciones sin asturianos.

Javier Fernández da por zanjada la deuda corriente estructural y explica que el club mantiene una deuda no estructural de 3,36 millones. El desglose de esta deuda recoge 1,25 millones que están consignados para el caso Botía y pendientes de que se resuelva el proceso judicial; 965.000 euros de la recompra de las marcas (operación que quedará resuelta en diciembre de 2018); 300.000 euros que se adeudan a los accionistas y 700.000 del resto de deuda ordinaria del concurso de acreedores (que corresponde a deuda no reclamada o pendiente con los propios accionistas). Para alcanzar esa "deuda técnica cero" el consejo de administración da por seguro el pago este mes de los 6,7 millones que cerrarán, de facto, el proceso concursal rojiblanco. El consejo destinará a este concepto el pago por parte de la Liga del fondo de compensación al descenso, que aún está pendiente en un porcentaje importante. Javier Fernández se apoyó, en su exposición, en algunos ratios de endeudamiento y de solvencia del club que son positivos por primera vez en varias décadas. También explicó la renovación con el Ayuntamiento de la cesión de uso de El Molinón, una operación frecuente en el fútbol español.

Desviación en el gasto

El máximo accionista presentó también las cuentas de la temporada anterior en las que se recoge un beneficio de 6,6 millones de euros cuando se había presupuestado un superávit de 8,8 millones. Para justificar esa variación, Javier Fernández reconoció una desviación en el capítulo de gastos de 4 millones de euros con el siguiente desglose: 1,5 millones que hay que devolver de la compensación al descenso anterior (hasta ahora no se habían recogido como deuda) y que el club pagará esta temporada; 1,5 millones de euros consignados por el conflicto judicial por las indemnizaciones de los auxiliares de Abelardo (cantidad que ha afectado al tope salarial de esta temporada) y 1 millón más en obras realizadas tanto en Mareo como en El Molinón, como principales partidas. A cambio, el club ingresó también 700.000 euros más gracias al redondeo de los ingresos por televisión y a las ventas de récord en las tiendas.

A pesar de que el interés se centró en la mala situación deportiva, Javier Fernández intentó poner el foco en la buena salud económica del club y en la evolución favorable que ha experimentado la sociedad en los tres años últimos, de los que se hace responsable el presidente rojiblanco. Para mostrar músculo económico, Javier Fernández esgrimió los 47,7 millones de euros que el club ha pagado a las administraciones públicas en los tres últimos años, con un desglose de 27,7 millones de deuda corriente y de 20 millones más de deuda antigua que se ha satisfecho. Además, el club ha gestionado 19,6 millones en IVA.

El presupuesto para la temporada actual incluye un superávit de 7,2 millones. Fernández ha incluido en este presupuesto sólo los 5 millones correspondientes al primer pago del Colonia por Jorge Meré. El club pretende incluir los 3,25 restantes en el próximo ejercicio, que será cuando se perciban, aunque no se descarta que finalmente la Liga les obligue a incluir toda la operación en este curso. Fernández prometió la estabilidad económica del club en cualquier escenario deportivo.