Sin casi tiempo para saborear una victoria que se le resistía al Sporting desde hacía demasiado tiempo, llega un partido entre semana frente a otro de los rivales que al inicio de temporada se daban como claro candidato al ascenso directo. Pero el fútbol tiene estas cosas y por eso es tan grande; y hete aquí que ni Granada ni Sporting ocupan hoy por hoy ni tan siquiera plaza para disputar el playoff. Eso sí: al menos los nazaríes están a un solo punto. El Sporting a cinco. Lógico pues que tras la victoria rotunda ante el Tenerife, nadie quiera ni pensar en una derrota ante el Granada en el Nuevo Estadio de Los Cármenes.

Es indiscutible la carga moral que supondría refrendar con una nueva victoria lo que se vio el domingo pasado en El Molinón. Llegar al parón navideño tras encadenar dos triunfos consecutivos, dejando de este modo atrás la maldita crisis, supondría un plus de motivación para recuperar cuanto antes el terreno perdido con los de arriba.

Para ello Baraja podrá contar prácticamente con el mismo equipo, con la excepción del lesionado Castro. A cambio, recupera a Calavera, por lo que habrá que ver si opta por mantener a Juan Rodríguez en ese puesto o si devuelve la titularidad al ex del Eibar.

Salvo en eso, en el resto no parece que el ‘Pipo’ vaya a tirar de rotaciones a pesar de jugarse de miércoles, cuando tras el partido llegarán las vacaciones. Por ello y a la vista del resultado obtenido, es más que probable que el equipo que se enfrente al Granada, apenas difiera del que superó holgadamente al Tenerife.

Será el momento de comprobar si también se repiten las sensaciones que se percibieron sobre el campo el domingo. Como por ejemplo esa presión intensa en el centro del campo o la defensa adelantada. Y a pesar de contar con sólo dos delanteros en la convocatoria, tampoco es de esperar que se varíe el 4-4-2.

Lo que seguro que tampoco se espera el propio Baraja es encontrarse a un rival que dé las mismas facilidades que ofreció el Tenerife en Gijón. Tan cierto como que Granada no es Tenerife.

Prueba de fuego por tanto para el entrenador sportinguista, si bien ocurra lo que ocurra, sería aún muy pronto para sacar conclusiones en uno u otro sentido sobre el ‘efecto Baraja’. Pero hasta que sea el momento, mucho mejor si se siguen sumando puntos. En eso estará todo el mundo de acuerdo.

Post Scriptum: la entrevista que publicaba este martes LA NUEVA ESPAÑA al actual Presidente de la entidad e hijo del máximo accionista ha traído, como cabía esperar, regueros de tinta. Ahí quedarán sus palabras para la hemeroteca. No hace falta recordar lo que afirmaba Aristóteles sobre las palabras y los silencios.