El poder del derbi asturiano es tan grande que alcanza los vestuarios de los equipos con los que compiten Sporting y Oviedo. El del Alcorcón, el último conjunto que ha pasado por El Molinón, es un ejemplo de ello. El llanisco Andrés Fernández Posada, médico del conjunto alfarero, es abonado rojiblanco y el ovetense Carlos Álvarez Fueyo, fisioterapeuta del cuadro madrileño, es socio del Oviedo desde niño. Comparten la pasión con la que desempeñan su trabajo con el seguimiento a una temporada especialmente singular para ellos: se enfrentan a los clubes que han marcado su vida al mismo tiempo que rivalizan por un duelo regional que tardó en regresar catorce años.

"Hay rivalidad, pero de la buena. Piquillas, bromas y esas cosas", comenta Carlos Fueyo, que cuenta con respaldo carbayón dentro del vestuario del Alcorcón para debatir con Andrés Fernández. "El año pasado teníamos en el equipo a Pablo Pérez (actual jugador del Sporting) y David Rodríguez (exrojiblanco), pero éste me he quedado en minoría", señala con humor el llanisco antes de destapar los aliados de su compañero. Y es que la incorporación al conjunto alfarero de los exjugadores azules David Fernández, Jonathan Pereira y Borja Domínguez ha inclinado la balanza del lado de Carlos.

La afición de Andrés por el Sporting la heredó su padre y la confirmó Quini cuando se fracturó el pómulo en un partido disputado con la selección española ante Irlanda del Norte, en 1972. El Brujo fue tratado en Madrid, donde residía Andrés con su familia, y su padre le llevó a visitar a la estrella rojiblanca al hospital. Allí se fraguó también su vocación por la medicina. "Todavía hemos recordado aquella anécdota este fin de semana", detalla el llanisco.

A Carlos también le vienen los colores de familia. Nieto de Constantino Álvarez, cronista del Oviedo que trabajó en "La Hoja del Lunes" y el diario "Región", su abuelo se lo llevaba al Tartiere siendo un chiquillo como parte del ritual que formaba acudir al campo. Su tío, José Luis, es además socio de oro del conjunto azul. Le sobran las razones.

"Al principio me daba la sensación de que el Sporting era un equipo por hacer al que le pesaba su condición de favorito. En El Molinón, contra nosotros, se vio un conjunto con ganas y calidad. No será fácil, pero se puede ascender esta temporada", comenta Fernández sobre sus sensaciones respecto al Sporting. "El Oviedo empezó un poco titubeante. El peor momento fue cuando les ganamos, 2-0. A partir de ahí empezaron a crecer. Da para jugar la promoción seguro, y si puede ser algo más, bienvenido sea", sentencia Carlos respecto al conjunto de Anquela, todo un ídolo también para la afición del Alcorcón.

"Intentamos ver los partidos y siempre comentamos cómo le ha ido a uno y a otro. A ver dónde nos pilla el próximo derbi", comparte Andrés sobre la manera de vivir la rivalidad en territorio alfarero, un club que ponen por delante de todo. "Es un privilegio tener la oportunidad de trabajar aquí y ayudar a que esta entidad continúe creciendo", subrayan los dos asturianos.

Fernández Posada, de 54 años, padre de mellizos (Andrés y Mónica, de 17 años) tiene a sus espaldas tres Juegos Olímpicos como jefe de los servicios médicos del equipo español de gimnasia. Además, trabajó con la selección española de kárate, etapa en la que compartió los éxitos del actual fisioterapeuta del Sporting, César Castaño. Lleva ligado al fútbol los últimos cinco años. Entre 2013 y 2015, en el Rayo, desde donde dio el salto al Alcorcón. Carlos vive su primer año en Santo Domingo, al que llegó recomendado por Andrés, con el que coincidió cuando trabajó para la cantera del Rayo. Tienen tan claro hacia dónde tirar sobre el resultado del próximo derbi como de su desarrollo. "Va a estar muy apretado", concluyen.