Si en el fútbol se sumaran puntos en virtud solo de los méritos realizados, seguramente, el Sporting se hubiera traído para Gijón un resultado positivo. Pero el balompié es cosa de dos y hoy los asturianos tuvieron enfrente un equipo sólido en defensa que aprovechó sus ocasiones para llevarse la victoria ante un Sporting desesperado en ataque que además vio como el portero visitante marcaba el tercero desde su propio campo.

Decidió Rubén Baraja hacer varios cambios en su once inicial. Unos obligados (la gripe de Barba) y otros por decisión táctica, con cambio de sistema incluido y con la entrada de Moi por Castro.

El Sporting empezó bien en el partido. Un encuentro que pudo cambiar su dinámica en el minuto 10. En ese momento, un centro lateral de Canella era rematado por Carmona al larguero con el portero ya superado.

En el contragolpe de esa misma jugada, Iriome desbordó por banda para internarse en el área y superar al portero con un disparo ajustado al palo.

Desde ese momento el Lugo replegó su posición lo que favoreció a un Sporting muy dominador desde entonces.

Carmona, Juan Rodríguez, Santos o Bergantiños pudieron empatar el encuentro antes del descanso pero el que sería posteriormente el héroe del partido resolvió bien con grandes intervenciones.

La segunda mitad, ya con Jony sobre el césped, siguió con la misma dinámica. El gol del empate cada vez parecía más cerca. Las llegadas eran continuas y las caídas en el área de jugadores asturianos eran también frecuentes.

En una de estas caídas el colegiado decretó penalti por un agarrón a Carmona que el propio jugador balear se encargó de transformar.

Los gijoneses parecían lanzados a por la victoria pero en un ataque aislado llegó el segundo de los locales. Centro lateral que Jaime Romero remató de cabeza a la red imponiéndose por alto a Isma López.

Este segundo tanto sí que hizo daño a los de Baraja. El partido entró en un pequeño correcalles en el que el Sporting podía marcar pero ahora también llegaban con peligro los locales.

Sin embargo, el tanto llegó en una jugada espectacular y sorprendente. Un despeje de la zaga sportinguista le llegó al meta rival en su propio campo. Juan Carlos quiso devolver la pelota al área pero lo hizo con tal potencia que sorprendiendo a todos acabó superando a Mariño por alto para alborozo de la grada.

Este tanto finiquitó el partido.

Mejoría del Sporting que quizás mereció más pero que sigue acumulando resultados negativos a domicilio y encadenando malos resultados contra equipos de la zona alta.

Poco a poco se le está acabando el tiempo al Sporting que debe reaccionar ya si quiere engancharse a la lucha por el ascenso. Su primera oportunidad para lograrlo será el próximo sábado, a las 16:00h, frente al Nástic de Tarragona en El Molinón.

2.000 aficionados del Sporting en el Anxo Carro que se fueron cabizbajos ante una nueva derrota del Sporting como visitante.