Mientras el Sporting sigue buscando dar con la tecla como visitante, en El Molinón los números respaldan el trabajo de la plantilla rojiblanca. Ante el Numancia consiguió la quinta victoria consecutiva en casa, un registro que no se producía desde la temporada del último ascenso a Primera, cuando el equipo entrenado por Abelardo hizo un pleno de triunfos en los últimos cinco compromisos de liga en El Molinón en 2015. El equipo que ahora dirige Baraja se sitúa en la misma dinámica que el entrenado por El Pitu. Al menos en casa. Tras 14 partidos disputados en El Molinón el Sporting ha logrado 30 puntos, con nueve victorias, tres empates y dos derrotas, un registro que sólo supera aquel Sporting que subió a Primera, que en aquel momento había obtenido 31 puntos.

Desde que las victorias valen tres puntos el Sporting ha competido catorce temporadas en Segunda. Y salvo la excepción ya mencionada nunca firmó un papel tan bueno en casa como ahora. Lo más aproximado fue en la 2003-2004, la temporada del casi ascenso con Marcelino, pero con ocho triunfos, uno menos que en la actualidad. La peor temporada en casa tras 14 partidos fue la 2006-2007, la primera a las órdenes de Preciado, con sólo 17 puntos, y un balance de cinco victorias, dos empates y siete derrotas.

El Sporting actual, con cinco triunfos seguidos en casa, tiene ahora el objetivo de dar alcance al Sporting de Marcelino, que llegó a sumar siete triunfos seguidos en El Molinón en el transcurso de la temporada. Desde que Baraja asumió las riendas del equipo los rojiblancos han ganado todos sus partidos en casa, con 13 goles a favor y sólo dos en contra. Ahora, con aún 21 puntos en juego en El Molinón, el Sporting aspira a quedarse con el mayor número de puntos posibles en juego para dar un empujón hacia Primera -siempre que se mejore la actuación a domicilio- e intentar además superar la mejor marca local en Segunda de la era moderna del Sporting, que se sitúa en los 48 puntos de la 2014-2015 con Abelardo. Con 30 puntos obtenidos, a falta de siete partidos por jugar a la orilla de El Piles, el Sporting, si gana el siguiente compromiso en casa ante Osasuna, podrá igualar y superar ya las cifras de toda la temporada de otras cuatro plantillas, la de 1998-1999 (acabó con 33 puntos en casa), 2001-2002 (32), 2002-2003 (32) y 2006-2007 (31). Si sigue su buena dinámica podría llegar a pasar de los 40 puntos a final de temporada como local, un registro que solo se ha dado en tres ocasiones: 48 en la 2017-2018, 42 en la 2012-2013 y 43 en la 2003-2004.

El lastre hasta la fecha del Sporting está siendo el papel que está desarrollando a domicilio, con apenas nueve puntos obtenidos tras haber ganado solo en León a la Cultural y en Tarragona al Nàstic, un botín demasiado escaso que se une a los empates arañados en los encuentros disputados en Alcorcón, en Vallecas ante el Rayo y Albacete.

El Sporting cuenta con más de 24.000 abonados y una media de asistencia a cada partido en su campo que supera los 20.000 espectadores. "La grada es un jugador más. Aprieta mucho", comentó Nano Mesa tras el partido ante el Numancia del pasado domingo. "Nuestra afición nos da un plus. El gran ambiente que hay aquí impacta y atemoriza a los rivales", explicó Jordi Calavera en la misma línea.

Este curso solo el Cádiz y Zaragoza, que aprovecharon el bache que vivió en noviembre el Sporting, pudieron llevarse los tres puntos de El Molinón. Entre las dos últimas temporadas en Segunda, y en ambas se peleó por subir, los rojiblancos apenas concedieron tres derrotas. Un dato que habla sobre la importancia de ser un equipo fuerte en casa para aspirar a cotas altas. La excepción fue el ascenso de 2008 con Preciado, ya que se cedieron cinco empates y cinco derrotas en El Molinón, pero aquel año es cierto que se hizo una gran temporada a domicilio, con 35 puntos por los 37 de casa.

Ahora Rubén Baraja esperar mantener la buena dinámica, que El Molinón siga siendo un fortín y que sirva como empujón para enganchar al Sporting a la zona alta.