"Estoy muy contento con el premio. No sólo sirve para visibilizar a las personas con problemas visuales en el fútbol, sino también a las personas con discapacidad, que se nos vea como un aficionado más". Álex Varela es quizás el aficionado invidente más famoso del Sporting. Es habitual verle en casi todos los desplazamientos del Sporting con la Peña Sentimiento Rojiblanco, y también en los partidos de casa junto a su padre en El Molinón en su asiento de la Tribunona. "No hace falta ver el fútbol para sentirlo y disfrutarlo", señala este aficionado distinguido con el premio "Mañana saldrá el sol" por UNIPES (Unión de Peñas Sportinguistas).
Ciego de nacimiento, en una familia en la que también su madre y hermanos tienen problemas de visión debido a un factor genético, a sus 23 años trabaja en la ONCE vendiendo el cupón, aunque lo hace cubriendo bajas y vacaciones. Una de las solicitudes que continúa esperando es la de tener un perro guía que le sirva de apoyo en su día a día.
Álex Varela nació en Mieres, pero es gijonés de adopción, una ciudad en la que lleva viviendo desde que tenía tres años. Y desde muy pequeño ha tenido pasión por el fútbol. Acude a El Molinón y disfruta de los partidos. "Aunque me pongo muy nervioso", matiza. Para seguir lo que pasa d en el terreno de juego se lleva el pinganillo para escuchar la radio, pero se contagia de todo el ambiente que tiene alrededor. "Con oír a la gente ya siento lo que pasa", explica antes de añadir que "muchas veces me quito el auricular porque me gusta que la gente me meta en situación". Aunque no atraviesa su mejor momento, uno de los jugadores que Álex Varela admira es Lora, "porque siente los colores y es de los que se quiere quedar en el club en vez de irse". Y ahora este aficionado rojiblanco espera que el equipo mejore, y que al final de temporada pueda celebrar el retorno a Primera. "Hay que pelearlo", sentencia Varela.
