Federico Barba asume que el equipo no puede fallar en El Molinón. El italiano espera que continúe la racha en casa desde la llegada de Baraja, y firmar, ante Osasuna, el sexto triunfo consecutivo en el municipal gijonés. Lo hace antes de reconocer que pudo cambiar de aires en el mes de enero, durante el mercado de invierno. "Pienso que sí hubo opciones reales de que me fuera. Algo llegó", desliza el defensa rojiblanco, sin querer concretar qué club se interesó por él ni en qué condiciones. "Siempre he estado concentrado con lo que hay aquí. Eso no es importante ahora. Lo importante es lo que tenemos por delante", destaca. Tampoco concreta cuando se le plantea el nombre del Nápoles. "No sé concretamente", explica.

Federico Barba es uno de los hombres importantes sobre los que se apoya el proyecto del Sporting. El italiano fue el único futbolista por el que el club pagó traspaso este verano y ha sido un fijo en las alineaciones con Herrera y Baraja. "Estoy seguro que puedo crecer y subir de nivel", afirma sobre su papel en el grupo. Un rol que le llevó a ser protagonista en las salidas de balón durante el inicio de temporada, tarea en la que parece haber ido perdiendo influencia en las últimas semanas. Una sensación que no comparte el jugador. "Cada partido es diferente y hay que saber lo que tienes que hacer en cada uno. No pienso que sea un periodo en el que sucede eso, pienso que si sucede es debido a que cada encuentro es distinto", matiza. Por último, muestra su fe en el equipo. "Estamos creciendo fuera de casa y estoy seguro de que llegarán los resultados. En El Molinón tenemos que seguir en esta línea. No es sólo resultado, es también jugar bien", concluye.