La magia de El Brujo o embrujados por Quini. Lo mismo da. Cualquiera de los dos enunciados podría encabezar una crónica de lo sucedido en la jornada histórica vivida el miércoles en El Molinón: miles de personas -daba igual su edad o sus colores o, incluso, si les gustaba el fútbol o no- acudieron, como si hubieran sido poseídos por un conjuro, a despedir al mito más grande del sportinguismo, puntal del deporte asturiano y, ante todo y por lo que casi todos expresaban, una persona sencillamente grandiosa.

Un evento de tal magnitud conlleva un despliegue mediático notable: la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA respondió también al "conjuro" con una cobertura que incluyó abundante material gráfico y audiovisual, con más de cuatro horas de retransmisión en vivo. Y los directos dieron para mucho ante el embrujo generalizado.

11 momentos mágicos en el último adiós al Brujo

11 momentos mágicos en el último adiós al Brujo

En esta pieza se plantean once momentos especiales de los vividos durante la cobertura informativa en vivo, pero podrían ser más. Todo fue especial desde el comienzo: el último viaje de Quini a El Molinón acompañado de una comitiva policial impresionante. Los testimonios de quienes hacían cola para entrar al velatorio no le fueron a la zaga: las emocionantes palabras de un oviedista (y había unos cuantos), el recuerdo de un gol, el hombre con un crespón negro sobre el escudo del Sporting, el que se derrumbaba y apenas podía hablar, o el joven que dio como ofrenda una vieja casaca heredada de su abuelo. Fue un día tan especial que hasta los hinchas más ruidosos procesionaron en silencio.

Y la emoción se desbordó dentro del estadio hasta el último instante de una despedida que no por dolorosa dejó de ser gloriosa. Todo por la gloria que un mito se ganó a base de sencillez.

1 Último viaje a su eterna casa

Pasadas las once del mediodía, una espectacular comitiva, con varias motos y furgones policiales, dirigió a Quini, por última vez, a El Molinón

2 Más allá de la rivalidad

Francisco Javier Peláez aguantó una larga cola para ver a El Brujo por última vez. "Soy del Oviedo, pero creo que no hay otro en el fútbol como él", recalcó

3 Recuerdos como goles

Inevitablemente, el recuerdo de Quini llevaba a muchos durante el día de ayer a rememorar goles. "Recuerdo uno que le pasó Tati Valdés desde casi el medio campo; le vino el balón por arriba y lo empalmó", contaba Ferino del Prado

4 Crespón encima del escudo

José Manuel Estrada decidió tapar con un crespón negro el escudo del Sporting en su pecho: "Quini es un símbolo más allá de este club"

5 Palabras embargadas por la emoción

Ricardo Menéndez apenas podía enlazar tres palabras para expresar lo que sentía por la pérdida de Quini y se terminó derrumbando tras ser preguntado por lo que representa El Brujo

6 La ofrenda más preciada: la camiseta del abuelo

No vio jugar a Quini, pero escuchó de él a través de su familia. Mario Fernández no lo dudó: se acercó a la puerta 9 de El Molinón y allí depositó, tras doblarla con cuidado, la camiseta del Sporting que heredó de su abuelo

7 La procesión en silencio de los hinchas más ruidosos

Como si de una procesión castellana se tratara, la peña Ultra Boys encendió antorchas y velas y puso rumbo en silencio al funeral en el estadio

8 El "abrazo" de El Molinón a la familia

Fueron los primeros en salir del túnel de vestuarios y se derrumbaron de emoción: Mari Nieves, viuda de Quini, y Falo Castro, hermano del mito, se fundieron en un abrazo sobre el césped y terminaron siendo "abrazados" por una atronadora ovación

9 Último salto al verde

Llegó el momento: Quini saltó por última vez al césped. Su féretro salió al campo portado por quienes fueron sus compañeros de equipo

10 Y El Molinón no aguantó

La grada no pudo esperar más y paró la celebración religiosa por unos segundos alzando la voz: "¡Ahora Quini ahora!"

11 Rumbo a la eternidad desde "el templo"

Con sus excompañeros alzando su féretro y entre cánticos de "No te olvidaré jamás" salió Quini de El Molinón rumbo a la eternidad