Hay dos puntos de inflexión en la temporada del Sporting. Tras un buen comienzo de Liga, el barco de Herrera se fue hundiendo poco a poco hasta llegar a su destitución tras el partido de los rojiblancos a domicilio ante el Barça B. Una semana después debutaba Baraja en el banquillo ante el Tenerife, y el Sporting dejaba atrás un noviembre negro con 2 puntos logrados sobre 18 posibles. El otro momento de recuperación del Sporting esta temporada fue el derbi en el Carlos Tartiere. La vergüenza de caer en el duelo de máximo rivalidad regional hizo despertar a un equipo que lleva ahora 13 puntos sobre 15 posibles, que salvo el pasado domingo ante la Cultural ha ganado con solvencia y buen juego en los últimos siete partidos en El Molinón, y que además lleva cinco partidos sin encajar goles. El Sporting, finalizada la 30.ª jornada de Liga, es cuarto, a cinco puntos del ascenso directo, y las buenas sensaciones indican que el equipo parece haber cogido la ola buena. Ahora sólo queda que se mantenga en ella hasta final de temporada.
Baraja, más puntos que Herrera. Una de las claves de la recuperación ha sido el cambio en el banquillo. Rubén Baraja ha conseguido 25 puntos en 12 partidos, o lo es que lo mismo, ya ha superado los números de su predecesor, Paco Herrera, que logró 24 en 18 encuentros. Con Baraja el equipo está intratable en casa, con siete triunfos seguidos, los mismos que consiguió Marcelino García Toral en la temporada 2003-2004. El Pipo le ha dado su toque personal al equipo, ha hecho un bloque más sólido, y ha recuperado la chispa de futbolistas como Santos, al que ha devuelto a su posición natural, la de delantero centro.
Intratables en casa. Ante la Cultural Leonesa el Sporting se impuso por 4-0, la mayor goleada de la temporada en casa. Los rojiblancos, con 36 puntos, son el segundo mejor equipo en casa de toda la categoría, sólo superados por el Huesca, aunque los aragoneses han disputado un partido menos en casa. El Sporting concede muy poco a sus rivales cuando juega en El Molinón, y además tiene chispa arriba. Hasta en los partidos más espesos como el del pasado domingo los rojiblancos marcan. En los siete partidos con Baraja en casa, el Sporting ha logrado 19 goles, y sólo ha encajado dos, y los últimos cinco rivales que han visitado El Molinón se han ido de vacío.
Un cerrojo. La racha de Mariño ya se alarga a 494 minutos. Desde que Mossa marcó en el derbi en el primer minuto de la segunda parte nadie más ha perforado la meta que defiende el gallego. El pasado fin de semana la Cultural remató cinco veces a portería, y fue el rival que más le ha inquietado las últimas semanas. Por ejemplo, el Osasuna y el Lorca sólo tiraron dos veces.
La chispa de Jony. Números aparte que respaldan la recuperación del equipo, las sensaciones demuestran que hay una pieza clave sobre el césped, que es el papel que juega Jony en el equipo. El de Cangas del Narcea llegó en el mercado invernal, ha marcado tres goles, es el mayor incordio para las defensas rivales, y además está de dulce. Sus regates, asistencias y goles han hecho a los rojiblancos recuperar la chispa en ataque, dominar los partidos y recuperar el desborde que tanto se pedía por las bandas. Jony, además, ha provocado que Canella se acerque a una de sus mejores versiones, y que el de Pola de Laviana sea un gran complemento en ataque por la banda izquierda, como cuando en el último ascenso Jony e Isma López jugaron por ese carril un papel decisivo.
Cambio de dibujo. Hasta el derbi, salvo en un partido, Rubén Baraja había apostado por un sistema con dos delanteros. Primero con Scepovic junto a Santos, y después con Carlos Castro. Tras el derbi, El Pipo introdujo a Rubén García como enganche en la media punta, y el equipo ha ganado en equilibrio y control del juego. Además, el valenciano se encuentra más cómodo que en la banda, participa más en el juego, y se complementa a la perfección con Santos, Carmona y Jony. Y Rubén García aporta gol, con tres tantos en los últimos cinco partidos disputados.
Los goles de Santos. El uruguayo no le ha fallado a El Pipo. Salvo en Lorca, donde jugó de inicio en la banda, y en Sevilla, que no actuó por sanción, Santos ha sido el nueve de Baraja. Y a esa confianza por jugar en la demarcación que más prefiere el uruguayo ha respondido con goles. Siete de los trece que ha logrado esta temporada han sido con Baraja como entrenador.
Recuperación de la segunda unidad. Es cierto que con Rubén Baraja se conoce de carrerilla prácticamente el once inicial, salvo pequeñas variables, pero el técnico también ha conseguido mantener enchufada a la segunda unidad. Nano Mesa logró su primer tanto el pasado fin de semana y desde su llegada ha sido titular dos partidos y ha tenido participación todas las semanas. El Pipo también ha mimado a Pablo Pérez, al que le ha dado también minutos, y el gijonés tuvo la recompensa del gol ante la Cultural. Santana, que llegó en el mercado invernal, quizás es el jugador que aún no ha dado un paso hacia adelante, ha dejado detalles, pero el pasado domingo jugó de inicio con un papel discreto, pero hasta la fecha ha tenido siempre continuidad. Baraja sabe de la importancia de tener enchufada a la plantilla ahora que van llegar los diez últimos partidos de Liga: el tramo decisivo.
Con Sergio, todo más fácil. Y al final a El Pipo la suerte también se le ha puesto de cara, y desde su llegada sólo tuvo que afrontar dos partidos sin Sergio. El avilesino es el pulmón del equipo, y no es casualidad que el bajón que vivió el Sporting de Paco Herrera fuese durante su ausencia. Además, con Álex Bergantiños, que ha ido de menos a más, los rojiblancos han encontrado el equilibro en el centro del campo. Pero para dar un paso más hacia adelante, cuando se avecina el tramo decisivo, la presencia de Nacho Méndez, en su regreso al primer equipo, también se apunta fundamental en una recta final en la que el Sporting no quiere bajarse de la ola buena que le devuelva a una playa de Primera División.
