Jony fue el más aclamado. Los gritos coreando su nombre al término del entrenamiento fueron uno de los más momentos más especiales de una sesión de trabajo muy especial en El Molinón. Cerca de un millar de aficionados han estado esta mañana en el estadio rojiblanco, casi la mitad de ellos niños, que además una gran parte de elllos vivieron un momento ilusionante cuando al finalizar la sesión se bajaron al césped para fotografiarse junto a la plantilla.

El Sporting quiso aprovechar la jornada festiva de Jueves Santo para acercar a la afición con la plantilla, en un momento además que coincide con la gran dinámica de los de Rubén Baraja, terceros en la clasificación, con siete partidos sin perder, y cinco triunfos consecutivos.