"Tienen que disfrutar de este momento porque es una etapa que recordarán siempre. Están a un paso de entrar en el fútbol profesional". Los protagonistas del último título de Liga del Sporting en la División de Honor juvenil siguen atentos a sus sucesores. El club está a un paso de reeditarlo seis temporadas después de aquella campaña 2011-12, en la que el título se quedó por última vez en Mareo y permitió disputar la Copa de Campeones.
"Es un orgullo que el Sporting pueda volver a estar entre los ocho mejores de España", afirma Borja López. El actual futbolista del Hajduk Split era uno de los líderes de la zaga del juvenil A del Sporting en la temporada 2011-12. Un conjunto que contó con varios jugadores que darían el salto al primer equipo. De todos ellos, Pablo Pérez es el gran superviviente entre los que continúan en el club. Castro, que inició la campaña en el juvenil B, llegó a reforzar a aquel campeón. Julio, que el pasado verano se fue al Recreativo, también era uno de los componentes de un grupo entrenado por Marco Díaz.
"Todos teníamos una ilusión tremenda por llegar al primer equipo. Había gente muy comprometida con el club y el entrenador", recuerda Álvaro Bustos, que también hizo las maletas el pasado verano para irse al Mallorca, con parada intermedia en el Nàstic. "Nunca olvidaré ese año. Quedamos campeones en Mareo, tras ganar al Celta, 1-0. El grupo era muy bueno. Nos llevábamos muy bien y se notaba en el campo", apunta Juan Mera, que tras pasar por el filial del Celta defiende ahora los colores del Racing de Ferrol. Todos reconocen que el gran premio del título es poder disputar después la Copa de Campeones.
"Es una competición especial. Es muy competitiva, pero disfrutas. Todo el mundo está pendiente de ti", destaca Borja López, que hace especial mención a la legión de ojeadores que toman notas en citas de este calado. "En el primer partido ganamos a la Real Sociedad, 3-2. Y eso que llegamos a tener a favor un 3-0. Hacíamos goles con mucha facilidad. Fue en semifinales cuando caímos eliminados, con el Sevilla. En todo caso, fueron unos días que nunca olvidaré", recalca Juan Mera.
Aquella eliminación es recordada todavía con cierta rabia por Álvaro Bustos, una de las grandes referencias del Sporting en la 2011-12. "El partido tuvo que decidirse en los penaltis. Me tocó lanzar dos veces, para romper la igualada. El primero lo marqué, a la segunda ronda me lo paró Sergio Rico", rememora sobre la parada del que ahora es portero del primer equipo hispalense. La historia puede continuar pronto de la mano del equipo de Isma Piñera.
