Gijón, Dani BLANCO

La fiesta deberá de esperar. El conjunto juvenil del Sporting, que milita en División de Honor, no pudo celebrar el título de campeón de Liga al caer ante el Bansander (0-1) en un partido impropio de los rojiblancos, atenazados ante su oportunidad de confirmar el título seis temporadas después de su último logro de esta envergadura. No en vano, el equipo gijonés no caía derrotado desde la cuarta jornada de Liga.

No fue el día de los pupilos de Isma Piñera, pese a que el inicio del choque presagiaba que los rojiblancos salían con hambre dee triunfo y disponiendo de ocasiones por medio de Sandoval y Gaspar, además de un disparo de Ferre que sacó Edgar bajo palos. Las arrancadas de César pusieron en vilo también a su rival.

El Bansander no fue un mero invitado y presentó batalla, con un orden exquisito en su juego, con las ideas claras y dejando una imagen muy superior a la del octavo puesto que marcaba la clasificación. Los cántabros fueron efectivos con su primer disparo a puerta, encontrando el gol por medio de Jesús Moisés. Un mazazo inesperado para los rojiblancos que, posteriormente, comenzó a pesar sobre sus piernas.

A partir de ahí, los nervios o el exceso de confianza les pasó factura en un partido en el que las decisiones no fueron las oportunas dadas la necesidad de victoria que había encima de la mesa. Isma Piñera cambió hombre por hombre, dando entrada a Abdullah por el ariete Sandoval y mantuvo la línea defensiva de cuatro a pesar de que el cuadro cántabro apenas pisaba el terreno de juego sportinguista salvo alguna arrancada en modo de contragolpe.

Las ocasiones se fueron sucediendo a cuentagotas a pesar de que las sensaciones transmitidas por las rojiblancas no fueron las más apropiadas. Ferre reclamó un posible penalti, mientras que un cabezazo de Miguel a la salida de un córner se estrelló con el poste y José Gragera chocó en el rechace ante el meta cántabro. Por su parte, Pablo envió alto una falta en la frontal en la que fue la última oportunidad de que el Sporting sumase algún punto.

Se la jugará en Pontevedra. A la derrota del Sporting se suman el triunfo del Deportivo y el del Celta, que superó al Alondras por 2-0. De esta forma, todo quedará para una última jornada de infarto en el que los rojiblancos dependen de sí mismos al contar a su favor con una renta de dos puntos, pero mirarán de reojo a lo que hagan sus rivales. El equipo que dirige Isma Piñera rendirá visita a una dura plaza como es la del Pontevedra, que sólo ha perdido un partido como local ante el Racing de Santander, mientras que el Deportivo se medirá al Val Miñor y el Celta se enfrentará al Bansander.

En caso de igualdad de puntos en la última jornada entre estos tres equipos implicados en la lucha por el título, el Sporting también parte con ventaja al contar con el enfrentamiento particular a su favor con el Deportivo, mientras que con el Celta está igualado, pero la diferencia de goles es de +8 a favor de los rojiblancos.