Llegó a sumar 764 minutos imbatido, pero en las dos últimas jornadas Mariño ha recibido dos goles. El meta gallego, que ha encajado 26 tantos esta temporada, seis más que el meta del Cádiz Alberto Cifuentes, tiene ante sí el reto este domingo de intentar frenar a Jaime Mata, "Pichichi" de la categoría. "Cada partido tiene ocasiones y está haciendo muchos goles. Hay que tenerlo controlado en todo momento y que no se sienta cómodo", destaca Mariño, que recuerda el partido de la primera vuelta, en el que pudieron frenar el ímpetu del máximo goleador de la categoría en la actualidad. "En casa lo tuvimos bien controlado dejándole pocos espacios, porque en cualquier resquicio que le das siempre lo aprovecha y te la lía. Por eso hay que tenerlo bastante vigilado", añade el meta gallego.

Mariño se reencontrará en Zorrilla con su pasado. Allí estuvo una temporada, la 2013-2014, que acabó con el descenso del Valladolid a Segunda, y también con una mala relación entre el portero y Carlos Suárez, presidente del club blanquivioleta. "Fue hace mucho tiempo mi paso por allí y está todo olvidado, nos daremos un apretón de manos, en aquel momento cada uno defendía lo suyo", destaca Mariño en alusión a su reencuentro este domingo con Carlos Suárez.

El buen momento del Sporting se debe en gran parte a la actuación del guardameta, un seguro bajo los palos que ha sido determinante con sus paradas en varios partidos de esta temporada. De ahí que se haya quedado como uno de los porteros menos goleados de la categoría, aunque con seis tantos más que Cifuentes, que se llevaría a día de hoy el trofeo "Zamora". "No es una cosa que me preocupe, hemos llegado hasta aquí gracias al equipo. El objetivo es estar arriba e intentar ascender. Si todo eso se puede maquillar con estos premios individuales bienvenido sea, pero no me preocupa, lo que quiero es conseguir un ascenso con el Sporting", incide Mariño.

El domingo el Sporting visitará a un Valladolid que llegará a la cita con un nuevo entrenador en su banquillo. "El partido de Valladolid es primordial y dificilísimo", comenta Mariño antes de asegurar que "cambiar de entrenador siempre da un plus más, porque ellos querrán revertir su situación. Con el nuevo entrenador se da siempre un poco más a veces".

La duda de si Jony estará para jugar en Zorrilla este domingo es un quebradero de cabeza para el sportinguismo, y también esa preocupación se traslada al vestuario rojiblanco. Aunque Mariño lanza un mensaje de prudencia: "Esperemos que llegue a partido, pero no es momento de arriesgar, quedan siete partidos por delante, y mejor que si se tiene que perder algo que sea un partido, y que no se agrave más lo que tenga".