Por esas cosas que tiene el fútbol, de buenas a primeras, en dos partidos el Sporting de Baraja ha perdido de una tacada las dos rachas que habían llevado al equipo al liderato y a soñar con el ascenso directo: la imbatibilidad en la competición y las diez victorias consecutivas en casa.

Y es que para las estadísticas quedará ya el hecho objetivo de que el Zaragoza y el Barcelona B le han restado al Sporting doce puntos. Demasiados sobre todo por lo que se refiere a los seis que el filial blaugrana ha sumado contra un equipo que en el partido donde posiblemente más se jugaba en toda la temporada, dio la sensación por momentos de estar en ‘Modo OFF’.

Salió de este modo el Sporting como en Zaragoza un poco a verlas venir. Y le pudo salir bien si ese disparo de Santos al larguero en el minuto 4 se hubiese ido al fondo de la red. Pero no fue así y lo siguiente que ocurrió en el partido fue que a la primera que tuvieron los catalanes, la enchufaron para adentro.

Sólo entonces reaccionó el equipo, consiguiendo igualar Rubén García con un soberbio disparo (repite el valenciano después del golazo en La Romareda). Quedaban 15 minutos del primer periodo y quien más, quien menos, confiaba como mínimo con irse con ese marcador al descanso.

Pero no fue así, sino que en un nuevo desajuste en una transición ataque defensa, el Barça B volvió a golpear con demasiada facilidad. Tocaba volver a remar y con esa impresión de que el equipo no había afrontado con la actitud correcta el encuentro se llegaba al descanso.

A pesar de que un fallo de Barba nada más comenzar el segundo tiempo estuvo a punto de costarle caro al Sporting, los hombres de Baraja al igual que ocurriera cuando se encontraron con el marcador en contra en la primera parte, volvieron a subir la presión hasta que un robo en el centro del campo del de siempre, propició que el balón cayese en los pies de Santos, quien como depredador del área que es, tras recortar, supo resolver para llevar de nuevo las tablas al marcador.

No fue sin embargo el mejor partido de los centrocampistas del Sporting, superados en más de una acción por la buena colocación de los visitantes, ni tampoco el del delantero uruguayo, que dio muestras de no estar todavía recuperado físicamente al cien por cien.

Con el equipo sportinguista y su afición porfiando por darle una vez más la vuelta al marcador, Baraja optó por un cambio que a muchos les resultó extraño. Y es que en el minuto 70 dio entrada a Nano Santos por Jony, cuando la mayoría de los presentes se esperaban que fuese como de costumbre Rubén García el sustituido. Mal augurio el que Jony se vaya al banquillo, aunque al menos en esta ocasión el de Cangas, aceptó el relevo sin ningún tipo de aspavientos. Pero sin Jony, este Sporting es otra cosa. Las cosas como son.

Faltaba por llegar la jugada que dará mucho que hablar y que se produjo en el minuto 80, cuando el ‘Pipo’ Baraja sacó de dentro ese jugador que lleva en su interior, derribando en un acto reflejo (como él mismo se refirió en rueda de prensa) a un jugador del filial catalán, cuando éste se disponía a sacar de banda. Veremos a ver lo que supone la acción para el entrenador vallisoletano, que como mínimo no podrá estar sentado en el banquillo del Heliodoro Rodríguez.

Fue expulsar el árbitro al entrenador sportinguista y marcar el Barça B el tercero en una acción aislada al borde del área, culminada con un certero remate a la escuadra. Poco más que esos tres disparos a puerta dispuso el equipo hoy vestido de indescriptible color y tres goles para ellos. Hoy quienes acusaron falta de pegada fueron los nuestros. Y si te mete tres goles un filial que llega con pie y medio en Segunda B, poco puedes decir. Ni siquiera hablar de un árbitro que en el minuto 93 y tras reiteradas pérdidas de tiempo de los visitantes, no permitió al Sporting efectuar un saque de esquina.

Para el anecdotario quedarán los intrascendentes cambios de Pablo Pérez por Carmona y el de Lora por Calavera; éste último sonó más a recompensa por su labor oscura dentro del vestuario que a otra cosa. Sin embargo, el pescado estaba ya vendido.

Con esta inesperada derrota el Sporting queda muy tocado. Sólo unos resultados aún más inesperados de sus directos rivales, propiciarían el poder seguir optando al ascenso directo. Pero esto es fútbol y cosas más imposibles se han visto. Sin embargo, siendo objetivos, la afición de este Sporting que hoy mostró su cara más OFF, se va haciendo a la idea de tener precisamente que pasar por un PlayOFF si se quiere cumplir el objetivo marcado desde el inicio de temporada. Aun así y mientras las matemáticas no dicten lo contrario, habrá que ir a muerte a por los nueve puntos en juego.

Post Scriptum: veremos en función de los resultados de Huesca y Rayo si se mantiene ese viaje ‘relámpago’ que una parte de la Mareona tenía en mente de cara a la próxima jornada.