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Qué fue de ellos

Míchel hace su apuesta

"Quiero al Sporting y al Rayo en Primera", dice el exrojiblanco, que ascendió con cinco equipos diferentes y entrena ahora en Kuwait

Míchel, en el centro, entre Dani Borreguero y Pablo Álvarez, durante su etapa en el Sporting. LNE

Aún sigue teniendo la espina casi tres lustros después del ascenso que se le escapó en su etapa en el Sporting. Porque Gijón fue la única ciudad en la que el delantero Míchel Carrilero (Madrid, 1977) no celebró un ascenso a Primera. Antes de recalar en el Sporting lo consiguió con el Rayo y el Sevilla, y después con el Getafe, el Almería y el Xerez. Al hombre de los cinco ascensos se le resistió la gloria en Gijón, pero guarda un buen recuerdo. "Hicimos un gran grupo, había futbolistas de mucha calidad, y nos quedamos con el sabor amargo de no conseguir algo que merecíamos", señala Míchel, que militó en el Sporting en la temporada 2001-02, en calidad de cedido por el Rayo.

Aquella temporada Míchel comenzó a labrar su futuro. Sacó el primer nivel del título de entrenador. "Ahí vi claro que mis inquietudes pasaban por estar en el banquillo", señala. Y tras dejar el fútbol profesional en 2012 con el Guadalajara, club que ascendió a Segunda, inició una trayectoria como técnico que le ha llevado a estar la última temporada en Kuwait. Allí acabó en segunda posición con el Fahaheel. "Aún estamos pendientes de saber si ascendemos o no a Primera, porque la Federación no lo tiene claro, primero iban a subir dos, y a mitad de temporada sólo uno", explica.

A Kuwait se fue por recomendación de un amigo. Le costó dar el paso, pero no se lo pensó. Llevaba cinco años entrenando en el fútbol amateur madrileño. Subió al Móstoles a Tercera, lo mantuvo y consolidó su proyecto en dicha categoría. Hace dos veranos fichó por el Internacional de Madrid, un equipo que dejó al inicio de esta campaña para irse a Kuwait. "Después de montar todo el equipo, me llamaron y me fui, me queda la alegría de que al menos han sido campeones este año. Espero que suban a Segunda B", apunta.

Su experiencia en Kuwait le ha servido para descubrir otra cultura y otro fútbol. "Cuando te hablan del mundo islámico, lo primero que se te viene a la cabeza son cosas extrañas; los nueve meses que estuve allí, me acogieron como si estuviera en mi casa. Es gente muy hospitalaria, he tenido mucha suerte", señala sobre su aventura en el golfo Pérsico. A nivel futbolístico se encontró un país que había recibido una suspensión de la FIFA. "Era todo fútbol local, sin gente de fuera, y eso se notó. Ahora, como se puede competir de nuevo en la Champions de Asia, el nivel vuelve a crecer", resalta. Míchel finalizó su contrato con el Fahaheel. Aunque no descarta volver si le surge otra oferta. Lo que sí tiene claro es que ahora quiere encontrar un hueco en un banquillo a nivel profesional.

Míchel recuerda con cariño su corto paso por Gijón. De aquella etapa hizo muy buenas migas con el portero Juanjo, y con Aira y Alberto, con los que sigue manteniendo el contacto. Aunque matiza que "aquel año había muy buena gente, como Lozano, Dorado, Chus Bravo, Villa o Lediakhov". Y en el banquillo, al frente del equipo, Pepe Acebal. "Es incombustible. Una gran persona", señala Míchel tras conocer que su antiguo técnico es actualmente el directo de logística de Mareo.

El tramo final de Liga se presenta con el Sporting y el Rayo peleando por subir. "Me gustaría ver a los dos equipos en Primera. Sería muy feliz", señala. Y aunque no ha podido ver muchos partidos del Sporting desde Kuwait, Míchel sí que sigue con interés la actualidad del equipo. "Han tenido una gran racha en casa. Es fundamental en Segunda. El Molinón tiene que marcar la diferencia. En mi época los rivales sufrían también mucho cuando venían. Ojalá se pueda conseguir el ascenso directo, aunque sé que está muy difícil, porque el play-off es una lotería", destaca Míchel.

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