"Mañana (por hoy) hay que empujar todos". Baraja se despide de su rueda prensa previa al partido ante el Valladolid pidiendo apoyo. Cualquier ayuda es poca. El técnico del Sporting afronta un partido vital, en el que los rojiblancos necesitan remontar para mantener el sueño de poder ascender a Primera. "Es mi partido más importante desde que soy entrenador del Sporting. Y así me lo tomo, con una gran responsabilidad", señala El Pipo.

El Sporting necesita ganar por dos goles de diferencia al Valladolid siempre que sea 2-0 o 3-1. Si el Valladolid marca dos tantos o más, el Sporting necesita al menos una diferencia de tres goles. "Es el gran partido de la temporada. Hemos peleado mucho para llegar hasta aquí, es una final en todos los sentidos y tenemos que afrontarla con una gran ambición. Es vivir o morir", destaca el técnico rojiblanco.

La derrota por 3-1 ante el Valladolid dejó tocado al equipo y a la afición. Quizás el aspecto psicológico sea el que más le preocupe al técnico rojiblanco de cara al partido de esta noche en El Molinón. "Tenemos que entrar muy metidos desde el minuto 1, saliendo a morder y a atacar a por el partido para contagiar al público con nuestras ganas y actitud. El equipo tiene que creer, querer hacerlo, y salir enrabietado. Tenemos muchas posibilidades y más que nunca creo en el equipo", señala el técnico del conjunto rojiblanco.

Baraja insiste en que se ha encontrado un vestuario que ha aprendido la lección. "El equipo está motivado y enrabietado", insiste Baraja, que se aferra al buen rendimiento del Sporting como local: "Durante el año mostramos argumentos en El Molinón para demostrar que somos capaces de levantar el partido".

La afición ya está concienciada para empujar al equipo. En el entrenamiento de ayer en Mareo los seguidores rojiblancos dieron sus primeros ánimos. Y hoy está previsto un recimiento masivo. "Espero que la llegada del equipo al estadio sea excepcional, que todo el mundo juegue el partido desde antes que comience y que El Molinón reviente", destaca Rubén Baraja.

En el partido de ida el técnico del Sporting destacaba que le preocupaba más no encajar goles y ser sólido en defensa, que intentar traerse un gol de Valladolid. Ahora toca cambiar la idea y el Sporting debe correr riesgos, y Baraja lo asume: "Tenemos que pensar que el partido es largo, hay que saber jugarlo con cabeza, pero meterle corazón. No hay que salir a especular y habrá que afrontar riesgos, pero es algo que hay que asumir". Y añade también que reclama a sus jugadores "tener cuidado con el equilibrio, para no recibir gol, que nos pondría difícil la eliminatoria. Hay que tener atención en defensa y contundencia arriba".

Baraja comenta que "debemos hacer un partido con cabeza, no con locura, y saber llevar el control del juego". Y no duda en volver a reconocer que espera un esfuerzo extra de sus jugadores que sirva para enganchar definitivamente a la afición y conseguir el pase a la última eliminatoria del play-off. "Los jugadores tienen que dar un paso hacia adelante para demostrar que quieren y que están convencidos", concluye Rubén Baraja.