No pudo ser. La esperada remontada del Sporting en El Molinón se basaba principalmente en dejar su portería a cero y el tanto de Mata, pasados los veinte minutos, acabó por dilapidar las esperanzas del equipo de Baraja que poco después vio, además, como Plano decidía la eliminatoria con un nuevo tanto.

Sorprendió a todos Baraja con su once inicial. El cambio de laterales para darle mayor profundidad a las bandas no era esperado, sobre todo la entrada de Isma López por la izquierda para acompañar a Jony.

Ambos entrenadores dejaron claras su intenciones desde el minuto uno. Baraja optó por la intensidad, la lucha y la velocidad en busca del balón mientras que Sergio Glez. basó su juego en la pelota, mantener la posesión, desgastar al rival y la paciencia.

El técnico visitante le ganó la partida al rojiblanco desde el minuto uno. El equipo local corría principalmente detrás de la pelota en un desgaste continuo y buscando la jugada de pocos toques en el ataque. El dominio era pucelano pero Rubén García tuvo la más clara en un remate casi a puerta vacía que se le marchó demasiado cruzado en una jugada que pudo cambiar el rumbo de la eliminatoria.

Mata y Hervías pudieron adelantar a los visitantes pero fue el delantero, en el minuto 23, el que anotó el primer gol al colocar la pelota en la escuadra tras abrirse espacio en el área casi sin oposición.

Pudo empatar Barba pero fue poco después Óscar Plano el que de un disparo lejano sorprendió a Mariño para prácticamente finiquitar la eliminatoria.

El Sporting necesitaba marcar cinco goles para darle la vuelta a la eliminatoria pero apenas inquietó a Masip hasta el descanso aunque Santos pudo marcar en un remate que envió al cuerpo del portero.

La segunda parte no tuvo historia. El Sporting lo intentaba todo pero sin fe y los pucelanos buscaban dejar pasar los minutos y no lesionarse pensando más en el siguiente encuentro que en el propio partido que estaban disputando.

Un innecesario penalti de Toni Villa mediada la segunda parte permitió a Carmona reducir distancias pero ni siquiera este tanto cambió el ánimo de aficionados y equipo hasta el final.

Pudo acabar empatando el Sporting pero en ningún momento estuvo cerca el paso a la siguiente ronda de los asturianos.

Final de temporada de un Sporting que mejoró mucho tras la llegada de Baraja al banquillo rojiblanco, batiendo récords de puntos y victorias, pero que se desinfló en el momento decisivo con seis derrotas en los últimos siete partidos.

El sueño del ascenso del Real Sporting deberá esperar hasta la próxima temporada.