La imagen que ha podido verse en la Escuela de Fútbol de Mareo, con algunos jugadores sportinguistas abandonando la misma portando bolsas de basura, viene que ni pintada para definir esta temporada del Real Sporting (Sociedad Anónima Deportiva -mucho más anónima que deportiva-), que no ha servido sino para corroborar el enésimo proyecto bajo la firma de los actuales gestores de la nave rojiblanca que acaba por irse al garete.

Probablemente el propio director deportivo habrá también llenado su papelera, con todos aquellos documentos que sirvieron para conformar una plantilla que primero al inicio de temporada y después tras el mercado de invierno, se anunció como una de las mejores de la categoría, si no la mejor.

Veremos cuáles son las excusas que ofrece Miguel Torrecilla en su anunciada rueda de prensa, una vez reunido además con el 'Pipo' Baraja. Difícilmente servirán éstas para calmar los ánimos de una afición que brama aún por la manifiesta ocasión perdida.

Podremos escuchar también de boca del salmantino cuáles son las líneas maestras del próximo proyecto. Y si se seguirá así el camino de las dos últimas temporadas con infinidad de incorporaciones (la mayoría de ellas en forma de cesión), o si por el contrario se apostará por un proyecto mirando de verdad a Mareo, más allá de esos eternos guiños propios de quienes únicamente pretenden quedar bien de cara a la galería.

Nadie pretende que de la noche a la mañana se pase de ver en el primer equipo a un once titular con apenas dos o tres canteranos a otro con mayoría de jugadores 'Made in Mareo'. Pero tanto el filial como el juvenil de División de Honor han demostrado que otro modelo de Sporting es posible. Parece como si a algunos se les hubiese olvidado ya nuestro 'Sporting de los guajes'. ¿Dónde estaría ahora esta SAD sin ellos?

La realidad es que a día de hoy Torrecilla no dispone de más de diez jugadores con contrato en vistas a la próxima temporada. Y por tanto habrá de decantarse cuanto antes por qué tipo de proyecto apostar. La pretemporada está a la vuelta de la esquina y más allá de 'gangas' de última hora, que casi nunca salen bien en este club, la plantilla debería estar más que confeccionada al inicio de la misma. Todo lo contrario que hemos visto en los últimos años, con los resultados consabidos.

Al sportinguismo aún le queda tener que digerir el duro trago de ver cómo dos equipos pelean por un billete a Primera y no ser el Sporting uno de ellos. Quiere por ello cuanto antes volver a ilusionarse, pero que esta vez la ilusión sea correspondida con hechos y no sólo con palabras.

En una temporada negra para la historia de este club, con el fallecimiento del mayor de sus mitos, el único balance que puede hacerse de ella es el de un rotundo fracaso, con suspenso casi general para todos los implicados. Si en el fútbol existiese la democracia y los aficionados tuviesen derecho a voto, de la correspondiente 'moción de censura' se iban a librar muy pocos.

Post Scriptum: en el caso de haberse logrado el ascenso, de los jugadores con contrato, ¿con cuántos pensaba Torrecilla haber contado en Primera? ¿Lo tenía ya claro?