La temporada 2014-2015, la del último ascenso a Primera, el Sporting estuvo sancionado sin poder fichar por el control económico de la Liga, una situación que se prolongó al año siguiente en Primera, cuando solo pudieron incorporar a cinco futbolistas (Halilovic, Mascarel, Sanabria, Vranjes y Lichnovsky), con condiciones limitadas, al recibir jugadores cedidos y pagando una parte muy pequeña de la ficha. En 2016, tras levantar el veto la Liga, el Sporting renovó la base de esas dos temporadas, e inició un proceso que le ha llevado a incorporar 30 jugadores en dos temporadas y que apunta a que el próximo año la lista crecerá en al menos otros 10 nuevos futbolistas que acaben vistiendo la camiseta rojiblanca.

En estos momentos el Sporting tiene diez jugadores con contrato de la última plantilla, más Rachid y Babin que regresan tras su cesión, pero que no cuentan para la dirección deportiva. De los diez futbolistas con contratos, seis fueron titulares la temporada pasada, y los otros cuatro contaron con poco protagonismo y no se descarta que Santana, Isma López, Pablo Pérez o Carlos Castro puedan salir del club. Esta situación deja a Mariño, Canella, Barba, Álex Pérez, Carmona y Sergio como únicos futbolistas con argumentos a favor para su continuidad.

Además hay que sumarle los seis futbolistas del filial que pasan a ser jugadores de pleno derecho de la primera plantilla. Aunque haya un total de 18 futbolistas, y se intente que no haya otra revolución, lo que sí habrá es una renovación importante. En ese nuevo proyecto no estará Álex Bergantiños, que ayer decidió que jugará en el Deportivo el próximo curso.

Una de las incógnitas es saber si decidirán apostar por jugadores en propiedad o por cesiones. En los dos últimos años llegaron la mitad de los jugadores a préstamos de otros clubes, y el Sporting solo pagó traspaso por tres de ellos, que podrían sido cuatro en caso de ascenso, al tener que pagar una compensación al Valladolid por Álex Pérez.

El balance de las 30 incorporaciones ha dejado más sombras que luces. Hace dos años llegaron jugadores como Mariño, por el que se pagó 200.000 euros, pero que hubo que esperar este año para amortizar la inversión con su buen rendimiento. Además el Sporting se hizo con Amorebieta pagando al Fulham 300.000 euros, y llegaron libres tras rescindir con sus clubes de origen Whalley, Lillo, Babin, Xavi Torres, Moi Gómez, Víctor Rodríguez o Viguera. Además recalaron en Gijón cedidos Douglas, Burgui, Afif o Cop en verano, y después Vesga, Traoré o Elderson en el mercado de invierno. De todas esas incorporaciones, apenas la segunda vuelta de Burgui y Vesga dejaron buen sabor de boca, así como los goles de Cop en una fase de la temporada. Y al final el Sporting acabó bajando a Segunda.

Hace un verano llegó Miguel Torrecilla, asumiendo la confección en lugar de Nico Rodríguez, y para el inicio de temporada se llevaron a cabo fichajes en el periodo estival, y dos de ellos, Scepovic y Xandao, se fueron en diciembre (el primero había llegado cedido y el segundo en propiedad). En verano Torrecilla reclutó para el proyecto a Barva tras pagar dos millones de euros, y además llegaron en propiedad Álex Pérez y Álex López. Nuevamente el Sporting volvió de jugadores a préstamo, y así recalaron en Gijón Calavera, Quintero, Álex Bergantiños, Rubén García y Santos. Para el segundo tramo de liga vino en propiedad a Santana, y se trajo cedidos a Nano Mesa, Guitián y Jony.

Ahora Torrecilla tiene ante sí el reto de acertar en la planificación, en otro de muchos movimientos, y en el verano habrá que comprobar si la apuesta por Mareo es real. Otro mercado intenso en el que el Sporting volverá a sufrir importante renovación.